De sobra es conocido que Míchel no está del todo contento con la confección final de su plantilla y que aguarda dos movimientos, como mínimo, para reforzar el equipo antes de que se cierre el mercado. Sin embargo, el técnico malaguista se ha resignado a no contar con un mediocentro para el arranque liguero del próximo lunes y sin más pruebas por delante ha decidido buscar alternativas y variantes en su propia plantilla.

Ahí es donde entra en escena la figura de Adrián González. El centrocampista, que ha aterrizado con la vitola de mediapunta y de jugador con gran llegada tras un curso pasado destacable en el Eibar, ha sido empleado por Míchel en los últimos partidos veraniegos como mediocentro, ocupando la posición más retrasada de los centrocampistas y siendo el enganche que el entrenador busca para su equipo.

A la espera de que aterrice Esteban Rolón, con que el que hay negociaciones avanzadas por parte del propio Al-Thani, Míchel es consciente de que contra el Eibar jugará con lo que tiene y que le sigue faltando la figura de un mediocentro defensivo. En Adrián ha encontrado al menos un «parche» hasta que el mercado le responda y que puede hacer las funciones de mediocentro. Y el madrileño, obediente, ha ejecutado las órdenes con más luces que sombras, aunque también lo ha hecho de mediapunta, mostrando su versatilidad en un mismo partido.

De hecho, no es una posición nueva para Adrián, que en épocas pasadas ya jugó ahí -en el Elche, sobre todo, pero también hace dos temporada en el Eibar-, aunque en el último curso había brillado en el conjunto armero como centrocampista ofensivo e incluso como segundo punta, donde acumuló nueve goles.

Ahora Adrián, sí Míchel se lo vuelve a pedir, se pondrá de nuevo el mono de faena, de duro fajador y también de faro del equipo. Ante el Lazio, tras el carrusel de cambios de Míchel, Adrián ya comenzó a ejercer de mediocentro, pese a que salió de mediapunta. Ante el Villarreal la apuesta fue más clara. Míchel decidió salir con tres defensas, dos carrileros y un trivote en el centro del campo. Pero la curiosidad fue que Adrián acompañaba a Kuzmanovic casi de manera paralela mientras que Recio hacía las funciones de más llegador. Con la entrada de Cecchini por ‘Kuzma’, Adrián continuó con sus funciones sin alterar su funcionamiento.

Este movimiento táctico del entrenador también libera a Recio de funciones defensivas, intentando que el malagueño ofrezca de nuevo su mejor versión acercándose al área rival, tal y como hizo en el tramo final de la temporada pasada.

Contra Las Palmas, en el último partido del verano, Adrián entró en la segunda parte en un principio para jugar de mediapunta, pero tras los cambios retrasó su posición para acompañar a los mediocentros e incluso se dejó ver por banda derecha.

Apuesta firme del entrenador

Adrián, además, se ha convertido este verano en el centrocampista que más minutos ha disputado en pretemporada, sin contar a Mula, que ha jugado como extremo. Por el centro, el madrileño ha sido el más empleado en las diferentes variantes tácticas de Míchel. Un total de 374 minutos de los 720 posibles. Más que Recio (329) o que Kuzmanovic (291) y Cecchini (140), que llegaron más tarde al equipo.

En cualquier caso, Adrián sigue sin perder sus cualidades que lo convierten en un jugador inteligente y veterano, pero también con buena llegada y gol. De hecho, fue el que marcó el tanto de la victoria ante el Villarreal en una llegada desde atrás.

Adrián será un jugador de máxima importancia en el Málaga CF esta temporada y posiblemente también sea el termómetro del equipo.