De Weligton Robson Pena de Oliveira (Fernandópolis, Brasil, 26 de agosto de 1979) se puede decir que ya forma parte del escudo del Málaga CF. Hoy se cumple un año desde que vistió por última vez la camiseta del conjunto blanquiazul. Fue en un duelo ante el Villarreal, donde ya sus problemas en la articulación le impidieron rendir al máximo nivel. La Opinión de Málaga ha contactado con el eterno capitán para conocer cómo le va tras su retirada y su nueva vida en Brasil. «Weli» aún sigue en recuperación para tener «una vida normal», quiere prepararse a conciencia para intentar ser entrenador en un futuro y sigue a «su Málaga» desde la distancia.

¿Cómo está viviendo su nueva etapa en Brasil, en su casa?

Es una vida muy diferente a lo que estaba acostumbrado. No tengo la presión de levantarme todas las mañanas para entrenar, de tener la obligación de hacer las cosas bien y de ayudar al equipo. Esto es totalmente diferente. Me estoy dedicando a mi familia, a otras cosas y así puedo tener la cabeza ocupada un poquito.

¿Echa de menos Málaga?

La verdad que me quedo con el corazón dividido. Porque si estoy viviendo allí echo de menos a mi familia y me gustaría tenerla cerca y cuando vivo aquí echo de menos Málaga. Si pudiera elegir me llevaría a toda mi familia para Málaga.

Se cumple un año desde que disputó su último partido con la camiseta del Málaga y también como profesional, fue una despedida un tanto brusca e inesperada, ¿piensa que aún tenía más fútbol para dar?

La verdad es que no se me pasaba por la cabeza que iba a ser mi último partido y más como fue. Si no es por la lesión podría estar aportando cosas aún al equipo. El destino ha querido que fuera así. Dios sabe el porqué lo ha elegido así. Yo también pienso que quizás sea lo mejor porque puede que quizás me estaría arrastrando por el campo y no me retiraría nunca.

Pero si el año pasado seguía siendo uno de los jugadores más importantes...

Ya, pero el final llega para todos. Si no hubiera sido ahora hubiese sido más adelante y conociéndome como me conozco a lo mejor no entendería la crítica de la grada si no daba el nivel. Sería peor. Dios lo ha elegido así por algo.

Ese partido, que fue contra el Villarreal, lo jugó entero, luego se resintió de un problema de rodilla y ya no volvió a jugar...

Ya en pretemporada llegué con una lesión en la rodilla y no podía entrenar bien ni competir al 100 por 100. Antes de ese partido tomé la decisión de pasar por el quirófano, luego ya nos dimos cuenta de que había una lesión más importante en la rodilla y me estaba jugando mi carrera futbolística. Por desgracia así fue y no pude seguir.

¿Está ya recuperado de esa lesión?

No, todavía me molesta bastante a la hora de caminar, en el día a día. Hay que tener paciencia, según el doctor la recuperación va de uno a dos años para regenerar y para que pueda tener una vida normal.

¿Qué balance hace de todo este año sin fútbol?

Siempre se puede sacar provecho de todo, incluso de las situaciones no tan buenas. Siempre se saca algo positivo. Te das cuenta de que quizás vives en un mundo que no es del todo real, el del fútbol. Pero esto es así, cuando el fútbol se termina se terminan muchas cosas, vuelves a la vida normal. Yo más o menos estaba preparado para mi retirada. No fue como me esperaba, pero más o menos lo tenía planeado. Ahora estoy intentando aclarar mi cabeza para saber que es lo que quiero, si vivir en España o vivir en Brasil. Ésa es ahora mi prioridad.

Era un futbolista que no vivía ajeno a la realidad de la vida. Es empresario, tiene varios negocios en Málaga, se mezclaba sin problemas con la afición, pero ¿se nota el salto de pasar a ser un ciudadano más cuando antes era un futbolista profesional reconocido?

Uno siente más ese salto cuando se cree superior a los demás seres humanos. Yo no me veía así cuando era jugador. Me veía como un ser humano normal, intentaba ser lo más humilde posible. Yo me juntaba con la gente que creía que era como yo. Nunca intenté vivir en las nubes, siempre con los pies en el suelo. Creo que en eso no me he equivocado.

Su despedida fue muy emotiva, con su familia, compañeros, amigos... ¿echó algo en falta?

La verdad es que sí. No tuve la oportunidad de despedirme de la afición dentro del campo y eso hubiese sido lo más bonito para mí.

Acabó formando parte a mitad de temporada del cuerpo técnico del primer equipo, ¿por qué no ha seguido este año?

Fue por un tema personal. Tomé la decisión de volver a Brasil, el club me ha dejado las puertas abiertas y quiero aprovechar para agradecer al club la oportunidad que me ha dado. La prioridad era tomarme un tiempo para mí, para mi familia y pensar que es lo que quiero que me depare el futuro.

¿Se ve en el banquillo como entrenador en ese futuro?

Ahora mismo quiero aprender un poco como funciona el fútbol brasileño. Tengo planeado ir a dos clubes brasileños donde los entrenadores son amigos míos, aprender un poco de la cultura de este fútbol y las diferencias con el fútbol europeo. Quiero terminar el nivel tres de entrenador, que es el que me queda. También quiero hacer el curso de director deportivo, aprender nunca es demasiado. Quiero aprender también inglés, eso es fundamental. Necesito tener mi tiempo y prepararme bien de cara al futuro. Me gustaría ser entrenador y para eso sé que tengo que estar bien preparado.

¿Ha visto al Málaga esta pretemporada y el inicio de la Liga?

Sí, lo he visto.

¿Cómo está viendo al equipo?

R No está siendo el arranque que a todos los malaguistas nos gustaría, todos queríamos que las cosas empezaran bien, pero después de todo lo que ha pasado este verano es normal. Creo que la gente tiene que tener un poco de paciencia, tienen que confiar en las personas que están al frente del equipo: director deportivo, el míster... Son gente que ha demostrado su valía durante mucho tiempo. Se han cambiado muchos jugadores. La gran diferencia con otros años es que no estamos Duda o yo. Nosotros dentro del campo no estábamos aportando mucho, pero fuera del campo manteníamos una base. Ahora hay una transición y ojalá Miguel Torres, Recio o Rosales, que son los capitanes, puedan dar continuidad a eso o incluso mejorarlo, pero se necesita tiempo. ¿Lo bueno? que la afición está con nosotros, con el equipo. Ha demostrado ser una de las mejores aficiones del fútbol español y a pesar de todo lo que ha pasado somos 24.000 socios, que no los alcanza cualquiera. Hay que tener tranquilidad y dar un voto de confianza al equipo.

¿Qué le parecen los nuevos fichajes?

El Málaga CF está intentando recomponer las piezas que se fueron. Míchel siempre ha dejado claro que quería tener dos jugadores por puesto y sacar provecho de la cantera. Se ha intentado lograr eso pero no se ha podido por «x» motivo. Creo que el equipo se ha reforzado bien. Nadie quería la marcha de Sandro, Fornals o Camacho, pero así es el fútbol. Por el Málaga han pasado muchos jugadores y seguirán pasando, pero lo que queda es la afición y hay que olvidarse de los que ya no están. Toca animar a los que están y a los que han llegado. Seguro que aportan muchas cosas.

Le digo dos nombres propios: Paul Baysse y Diego González, centrales como usted.

La verdad que los conozco por los medios de comunicación, como toda la gente. Es pronto para poder opinar sobre ellos. Calidad creo que tienen, ahora deben tener mucha dedicación, mucha seriedad para tratar de ayudar al equipo. Son dos buenos fichajes, el Málaga en defensa no creo que vaya a tener muchos problemas, pero hay que trabajar mucho.

¿Mantiene el contacto con mucha gente de la plantilla?

Sí, ellos me dicen que todavía es pronto, que aún se ve un equipo un poco endeble y que tiene mucho margen de mejora. Saben que la Liga es larga, que hay momentos malos y buenos. Confían en la capacidad del míster y en que va dar con la tecla para hacer un equipo muy competitivo.

Hemos conocido su faceta como empresario, tiene dos restaurantes, Boca Llena y La Grada, ¿le veremos pronto por Málaga aunque sea como empresario?

Tendré que volver. Si decido quedarme en Brasil tendré que ir arreglar las cosas de los restaurantes, de mi casa... Si vuelvo me dedicaré a llevar mis negocios, además de estudiar y prepararme para seguir en el fútbol.