Hablar de final faltando aún 33 jornadas de Liga puede resultar desconcertante, pero lo cierto es que el Málaga y su técnico tienen esta tarde ante sí un auténtico match ball en La Rosaleda frente al Athletic Club (18:30 horas).

Más que por los números en sí, con 99 puntos aún en juego, todo un mundo; el Málaga afronta este partido como si fuera el último por las sensaciones. Y es que, todo lo que sea no ganar hoy ante tu público y después del meneo recibido en Mestalla, supondrá un hastío tal en la afición y en la moral de la plantilla que recuperarla se convertiría en misión casi imposible.

Hoy toca ganar, ganar y volver a ganar, tal y como arengaba Luis Aragonés. El Málaga lo sabe, Míchel lo sabe y la afición lo sabe. Por ello se ha movilizado como hace tiempo no sucede, ha dejado a un lado guerras «pro jeque» o «anti jeque» y quiere sumar todos a una para empujar a sacar al equipo del pozo en el que está sumido.

La hinchada, que llenará La Rosaleda y antes recibirá al equipo para inyectarles de moral, ya ha demostrado que está con el equipo. Pero ojo, si los jugadores bajan los brazos desmoralizados y si vienen mal dadas como en la segunda parte de Mestalla, no se salvará ninguno. Porque en el pasado partido en Martiricos la afición alzó la voz contra el jeque, pero los pitos pueden tornarse del palco al césped en un abrir y cerrar de ojos. El fútbol es así.

Míchel, que se juega el cuello, sigue en la búsqueda de la receta para cambiar la desastrosa dinámica que lastra al equipo. No se puede acusar al técnico de inmovilista porque en estas cinco jornadas disputadas ha probado varios esquemas, onces diferentes o cambios tácticos durante los partidos que no han dado sus frutos.

Hoy podría dar una nueva vuelta de tuerca y situar una defensa de cinco, con Ricca como central en el flanco izquierdo y Juankar de carrilero zurdo. Míchel ya ha hablado maravillas de las virtudes del uruguayo como central en una línea de cinco y hoy es un buen día para verle en acción. La flaqueza defensiva que viene mostrando la escuadra malaguista así lo requiere.

Sucede algo similar en ataque, donde casi no se crean ocasiones y las pocas que se generan no se transforman. El malaguismo, en ese sentido, se agarra a las buenas sensaciones que ha dejado Diego Rolan en el Wanda y sobre todo en Mestalla. Por ello, todo apunta a que Míchel saldrá hoy con todo su arsenal arriba y dispondrá al internacional charrúa junto a Borja Bastón, descansado tras no jugar en Mestalla.

Por su parte, el Athletic Club llega a Málaga sin tantas urgencias como el cuadro local pero sí con ciertas dudas tras las dos derrotas cosechadas ante Las Palmas y Atlético de Madrid. El regreso de Ager Aketxe en lugar de Xabi Etxeita es la única novedad en la expedición del «Kuko» Ziganda.