Míchel González llegó a la sala de prensa contento por el empate y aliviado por superar una situación crítica que los goles de Baysse y de Rolan solucionaron en el esprint final del partido. El técnico quiso agradecer el esfuerzo a los suyos. "El empate en estas circunstancias me parece más que meritorio. Han pasado muchas cosas en contra de nosotros. Le doy las gracias a los futbolistas y los felicito por su demostración de pundonor", dijo.

"Nos pasan muchas cosas y el equipo sin embargo se repone. Un punto parece que nos arregla nada, pero al menos vale para que el trabajo del equipo tenga su recompensa", explicó el míster malaguista, que salvó también -quizás- su puesto de trabajo con el empate final.

"La reacción vino porque el equipo no se viene abajo nunca. Hicimos una buena primera parte, con méritos para ir por delante en el marcador. Sin embargo, nada más empezar la segunda parte recibimos otro gol y encima con un expulsado", afirmó Míchel, que fue cuestionado también por Diego Rolan, el héroe de la noche con sus dos goles. "Rolan ha jugado muy bien. Ha sabido interpretar el juego por las dos bandas. Los jugadores buenos se adaptan rápidamente. Los dos goles magnifican su actuación. Es un jugador de alto nivel".

El técnico también habló de la grada de La Rosaleda. "Nuestra afición ha estado empujando todo el partido. Eso los jugadores lo saben y hacen más posible situaciones de remontada como ésta".

Sobre los pitos a Adrián, Míchel fue tajante, aunque sin personalizar en el madrileño. "Todos mis jugadores más allá de que estén acertados o no, no merecen la discusión. Han estado muy bien todos en el aspecto de actitud, sin lugar a dudas. Cuando se gana o se pierde todos tienen su influencia, en lo positivo y lo negativo. Aqui no tenemos a Messi o Cristiano . Yo me siento querido por la afición. Quiero que la gente se vaya contenta de La Rosaleda y esta vez, a pesar del empate, creo que se ha ido satisfecha", dijo.

Por último, Míchel fue cuestionado por la labor arbitral y por la mirada que le dedicó el técnico a Del Cerro Grande al finalizar el partido. "Soy respetuoso con los árbitros, pero no soy tonto. No hablo de ellos, pero sí puedo mirarlos, ¿no? Tenemos un problema cada vez que un jugador rival se cae en nuestra área. Pero eso no lo puedo solucionar yo", finalizó.