Permítanme que me salga de lo habitual. Ni mucho menos quiero entrar en polémica ni opinar sobre política, sobre todo porque es algo que no domino. Simplemente es un discurso y una opinión propia. De madre catalana y padre aragonés, me entristece profundamente toda la situación que estamos viviendo hoy día en el país. No hay canal de TV que no abra sus informativos hablando de la independencia de Catalunya.

Como diría Mourinho: «¿Por qué?». ¿Qué es lo nos está pasando? ¿Acaso hay algo más bonito que vivir unidos y ayudándonos unos a otros? He vivido en tres países diferentes: Estados Unidos, Londres y España, y gracias en mayor parte a la selección he viajado por casi toda Europa. Como más tiempo he pasado fuera, más he repetido la frase: «como en casa en ningún lado».

Como gran apasionada que soy del deporte, he desayunado, comido y cenado con las declaraciones de Gerard Piqué. Para aquel que lo desconozca es central del FC Barcelona y de la selección española. Protagonicé junto a él y Cesc Fábregas una portada de la revista de la Federación Catalana de Fútbol hace más de 10 años. Viví durante 17 en Vilassar de Mar, un pueblo a unos 30 km de Barcelona y por aquel entonces, a pesar de haber nacido en Teruel, se jugaba para la Comunidad Autónoma donde tenías tu ficha deportiva.

Vestí la camiseta de la selección catalana con gran orgullo, proclamándome campeona de España en varias ocasiones. Como también he vestido y defendido el escudo de la selección española desde que me llamaron por primera vez a los 17 años hasta los 28. Para mí, toda una vida. Ni un solo día lo hice sin sentirme la persona más afortunada y feliz por tener el privilegio de poder hacerlo. ¿Cuántas querrían estar en mi lugar? Tenía la suerte de poder, junto a las demás compañeras, representar a todas ellas. Formo parte de un deporte que se realiza en equipo, seguramente sea por ello que no entiendo otra cosa que no sea la unión, la cohesión. Odio el conflicto y la falta de respeto. No opino sobre la independencia o no de Catalunya pero sí deseo que este malestar general termine pronto. Resolver el conflicto político, ser un país fuerte, sin fracturas en el que se defiendan todas las banderas. ¿Es mucho pedir?