Llega la Copa, que ha sido sinónimo de martirio para el Málaga CF en los últimos años, pero que espera que sea en esta ocasión el bálsamo perfecto para curar las heridas ligueras. Llega el torneo del ko con el debate más abierto que nunca de si se debe prestar la atención que merece o si el conjunto blanquiazul debe dejar pasar este tren con más pena que gloria para centrar todos sus esfuerzos en Liga. Pero la realidad es que al Málaga de las penas, al equipo triste y que le vienen mal dadas por todos lados -ya sea por el arbitraje, las lesiones o los infortunios-, ganar esta tarde en Soria podría ser la mejor medicina posible. Marcar goles, competir y celebrar un triunfo debe ser la terapia perfecta de cara al partido del domingo ante el Celta y la línea a seguir para abandonar la crisis.

De nada sirven ya los buenos propósitos, la predisposición o los lamentos. El Málaga necesita hechos, sentirse útil y competitivo. Algo tan normal que se ha convertido en un demanda desde el inicio de Liga.

Míchel, al menos así lo ha afirmado públicamente, no quiere tirar la Copa. Aunque lo cierto es que cuenta con un buen puñado de bajas para la cita y que también hará algunas rotaciones pensando en el partido del domingo contra el Celta.

El madrileño ha citado a 19 jugadores, por lo que deberá hacer un descarte. Las caras amables en la expedición de ayer camino a Soria eran las de Ian Soler, Pablo Clavería, Álex Robles o En-Nesyri, que lleva un tiempo sin entrar en los planes de Míchel. Son la cantera, que quiere aprovechar la oportunidad que brinda la Copa. Míchel dará opciones a casi todos e incluso alguno, como Álex Robles, lo harán de inicio.

También se espera protagonismo para jugadores como Cifu, Cecchini, Jony u Ontiveros, donde podrán redimirse de la poca participación que están teniendo en este inicio de Liga. Lo que sí es seguro es que Andrés Prieto volverá a jugar de salida tras su buena actuación en el Camp Nou.

El técnico malaguista deberá conformar un equipo compacto y competitivo pese a los cambios. Y es que si la victoria haría mucho bien, una derrota puede convertirse en un nuevo terremoto blanquiazul, como ya sucedió los dos años anteriores ante equipos de Segunda División.

Hoy, primer asalto para la Copa, pero el próximo compromiso no será hasta dentro de un mes. A saber cómo está el Málaga entonces.