El entrenador del Levante, el exmalaguista Juan Ramón López Muñiz, aseguró ayer en rueda de prensa que el partido ante el Málaga tiene una trascendencia mayor. No por su pasado en la Costa del Sol, sino por tratarse de un rival directo. El asturiano explicó que si su rival ve en el duelo «una puerta de salida» para salir de la zona de descenso, ellos querrán «cerrarla».

«Vamos sabiendo que nos vamos a encontrar un rival que va a disputar el partido con mucha fuerza, intensidad, preparado para salir de los puestos de descenso. Será como uno de esos diez o quince partidos en los que todo el mundo habla de la importancia de los puntos».

El técnico habló de su pasado blanquiazul. «A Málaga siempre voy con ganas e ilusión porque estuve allí muchos años, no sólo estuve cuatro temporadas, estuve bien, se consiguieron éxitos deportivos y dejé muchos amigos tanto dentro como fuera del club. Vuelvo como a mi casa. Es donde empecé como entrenador a nivel profesional, vivimos situaciones complicadas y con apuros y todo el mundo que pasa por un sitio tiene que estar agradecido. Ellos confiaron en mí durante muchas temporadas y estoy agradecido, es un club muy querido por esas situaciones, en los que clubes en que te tratan bien, como pasa en el Levante, les deseas siempre lo mejor», añadió el asturiano sobre su vuelta a tierras malagueñas.

«Tendremos que ser consistentes en el juego. Será un partido similar al de Las Palmas en la importancia de los puntos», explicó Muñiz. El técnico reconoció, además, que han realizado un exhaustivo estudio para buscar los motivos de la plaga de lesiones, que le ha dejado prácticamente sin centrocampistas para la visita a La Rosaleda.

En ese sentido aseguró que no han encontrado «nada que corregir». «En Primera los jugadores van al límite y si no vas al límite tienes desventaja. Además, hay que añadir el estrés, las situaciones del campo o del entrenamiento, hay un montón de circunstancias y no son evitables. No vemos una situación que se pueda ver a simple vista», afirmó.