El fútbol como terapia de choque no es nuevo. Y a este Málaga CF deprimido, lo mejor que le puede venir después de manchar su nombre en la Copa del Rey es volver a jugar 72 horas después para hacer olvidar, al menos por un tiempo, el desastroso camino por el torneo copero. Sin embargo, el partido de hoy ante el Levante no es ni una revancha ni una reválida. Y por su gran trascendencia tiene vida propia y un protagonismo elevado para el futuro inmediato del conjunto blanquiazul.

El Málaga CF recibe al conjunto granota en la enésima final del curso. Un partido a vida o muerte donde el conjunto de Míchel Sobre todo porque no tiene red y caer ante un rival directo, a cinco puntos de la salvación como se encuentra ahora mismo, es una condena importante de la que costaría muchísimo salir.

De hecho, no ganar supondría un frenazo en la recuperación blanquiazul, que atisba algunos brotes verdes que sólo quedarían respaldados con resultados.

El Málaga va con urgencia a la cita, pero tiene en mente conseguir un buen número de puntos en este tramo final del 2017. Y eso pasa por ganar al Levante, el rival de esta noche que tampoco llega en un gran momento de forma.

El conjunto blanquiazul se apoya en su buen momento de forma en casa, donde ha sacado adelante los dos últimos partidos. Y ahora quiere trasladar ese ambiente de fiesta y esa confianza ante los suyos en otro partido con tintes dramáticos.

Ganar serviría para recortar puntos a casi todos los rivales directos, ya que el Deportivo -equipo que ahora mismo marca la salvación- está a cinco puntos y visita el Sánchez Pizjuán. También al Levante, que se quedaría a cinco de distancia. Los levantinos llegan tras encajar un serio correctivo ante el Atlético de Madrid en el Ciudad de Valencia. El 0-5 aún escuece, pero más duele al equipo de Juan Ramón Muñiz las bajas que arrastra para visitar La Rosaleda. Un cúmulo de lesionados que le hacen llegar en cuadro ara el centro del campo. El exentrenador malaguista tiene las bajas por lesión de Jefferson Lerma, Roger Martí, Rober Pier, Iván López, Sasa Lukic, Cheick Doukouré y Álex Alegría y prescindió por decisión técnica del portero Mitch Langerak.

Míchel busca soluciones

Por su parte Míchel también tiene lesionados y bajas, pero al menos puede contar con Recio, que dejó su lesión del Santiago Bernabéu en un simple susto. Las dudas se centran en buscar un sustituto del lesionado Juankar, ya que el resto del once parece bien definido. En ese sentido, todo hace indicar que Diego González tiene muchas opciones de ocupar dicha posición, ya que Álex Robles finalmente se ha quedado fuera de la convocatoria, en la que sí ha entrado Ian Soler.

El entrenador madrileño dejó algunas puertas abiertas a cambiar el que parece el once más natural, pero tras la mala imagen del pasado martes en Copa y con los teóricos titulares descansados, el equipo de Míchel parece decidido. Y tras la buena imagen del Bernabéu, sólo las lesiones o sanciones justificarían un cambio en el equipo.