El Málaga CF se ejercitó ayer en el Anexo de La Rosaleda con cierta tranquilidad tras el empate del viernes ante el Levante (0-0).

Míchel dirigió la sesión después de haber recibido sus primeros pitos del curso y aunque está preocupado por la situación, sigue creyendo en que su método sacará al equipo del descenso.

Los titulares realizaron carrera continua y trabajo de recuperación, mientras que el resto trabajaron a mayor ritmo. m.p. málaga