La comparecencia pública de Míchel González en Mendizorroza al término del partido contra el Alavés ha sido dura. El técnico malaguista no ha eludido el cuerpo a cuerpo y ha contestado con sinceridad sobre la posibilidad de no continuar como entrenador del Málaga CF tras cosechar sólo once puntos tras 17 jornadas y tras la segunda derrota consecutiva contra un rival directo.

"Yo no estoy aquí para dimitir ni para marcharme. Es posible que se vea al entrenador como culpable pero no me compete a mí tomar esa decisión. Si tenemos 11 puntos a estas alturas del campeonato y no estamos bien obviamente la responsabilidad es del técnico", ha argumentado el entrenador en primera instancia.

"No soy una persona como para no darme cuanta de la situación, pero si no dimití este verano no lo voy a hacer ahora. No me compete a mí, voy a seguir haciendo mi trabajo hasta que me dejen. Tirar la toalla no sería justo por mi parte, me podría haber ido este verano y no lo hice. Ahí tenéis al director deportivo y le podéis preguntar a él. El análisis más allá de lo deportivo lo tiene mi jefe, preguntadle a él", continuó el entrenador.

Y Míchel justificó su argumento. "Durante el comienzo de la temporada hemos visto una plantilla amplia pero con carencias. Ahora hablamos de reforzar el equipo. Seguramente hasta el momento lo estoy haciendo mal porque tenemos 11 puntos. Quiero exculpar a los jugadores que hacen lo que pueden. ¿A quién le voy a explicar que yo no tengo la culpa? Tenemos jugadores como Peñaranda y Diego que eran cambios fijos. Pero querían jugar. Pero según vosotros el retoque más importante es el entrenador. Si yo estuviera seguro de que si me voy se salva el Málaga, me iba. Pero no es una cuestión de cabezonería. Hay un jefe y él tiene que tomar las decisiones. Pero si yo estuviera convencido de que marchándome se salva el Málaga, me habría ido".

Cuestionado sobre el partido, Míchel ha explicado su visión del mismo. "La primera parte hemos tenido situaciones que no hemos tenido ataque en todo el rato. Y la segunda ha sido una historia interminable. Hemos perdido el sitio, el balón hasta que el Alavés se ha puesto por delante. Ha sido una situación que venimos arrastrando y que se ha agravado con los resultados. Es una situación bastante crítica".

"Estamos recibiendo muchos reveses antes del año. Hasta el día del Betis habíamos dado pasos pequeños pero al frente, pero ahora hemos dado pasos hacia atrás. No me lo esperaba. Pero tenemos que levantarnos y cambiar la dinámica, no es sencillo pero es nuestro deseo. Ha habido momentos, excepto en los últimos cuatro días, que poco a poco veíamos argumentos para ver que la situación cambiase. Desde el verano estamos así. Desde el lunes hasta aquí el frenazo ha sido grande", lamentó el entrenador blanquiazul.