Con el Año Nuevo también llegan los nuevos propósitos. El inicio del 2018 es una buena oportunidad para dejar todo lo malo del 2017 atrás. Y en ese sentido, el Málaga CF tiene mucho lastre que soltar. El conjunto blanquiazul tiene deberes que afrontar en este primer mes del año y debe ponerse manos a la obra cuanto antes. Un paso al frente en todos los sentidos necesario si no quiere que sus huesos acaben al final del presente año en Segunda División.

Es por ello que los propósitos del nuevo año están claros y son evidentes. Lo primero de todo es ganar, y ganar y volver a ganar. Necesita puntos el conjunto blanquiazul. Añora volver a ser feliz, salir de la zona de descenso y recuperar sensaciones competitivas. Las dos últimas derrotas han rebajado el buen hacer que se había hecho en el mes y medio anterior, pero el Málaga no debe estar lejos de recuperar sensaciones. Llega un calendario vital y decisivo en el que necesita conseguir puntos para salir de la zona roja. Y todo ello cuanto antes.

Y es que el descenso se ve como una realidad más palpable que nunca, aunque la distancia sigue siendo la misma que hace unas semanas, antes de caer en los dos últimos compromisos. Pero el negativismo se ha instalado en Martiricos y sólo se puede revertir con triunfos. De la reacción de ahora dependerá mucho el futuro inmediato, ya que el calendario le mide a rivales directos.

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El segundo propósito pasa por las oficinas. El Málaga debe fichar y debe hacerlo bien. No puede fallar ahí. Los refuerzos serán vitales a tenor del rendimiento ofrecido hasta la fecha por los componentes del plantel blanquiazul. Ya ha movido ficha con Iturra, pero se esperan más movimientos.

Y tercero, recuperar la comunión con su afición, que parece perdida tras los dos últimos partidos. Sólo cogidos de la mano podrán salir del descenso. Aunque ahora le toque al equipo ofrecer mucho más de sí.