La paciencia del jeque Al-Thani con Míchel González, pese a parecer eterna, comienza a desquebrajarse. Así, la confianza de la propiedad en el entrenador madrileño y en su capacidad de sacar al equipo del pozo comienza a desmoronarse, por lo que un mal resultado en Getafe podría precipitar la destitución del técnico.

En ese sentido, la dirección deportiva del club, consciente de que la situación del entrenador pende de un hilo pese a que muchos en Martiricos sigan creyendo que él es el idóneo para sacar al equipo del pozo, está muy atenta al mercado de entrenadores por si se precipitan los acontecimientos.

En todo caso, en el club hay cierta tranquilidad ya que si finalmente el jeque decide prescindir de Míchel en los próximos días, hay hombres de la casa capacitados para tomar las riendas del primer equipo como Antonio Tapia, actual director de La Academia; y Manel Ruano, entrenador del Atlético Malagueño.

Una medida que, en todo caso, no salió bien el año pasado con la figura del Gato Romero, que propició la llegada de Míchel en marzo. Eso sí, la situación entonces no era tan crítica como ahora y el Málaga tenía aún cierto colchón con los puestos de descenso.

El partido de Getafe, o a lo sumo el del Eibar, pueden dictar sentencia en el futuro de Míchel, que vive sus peores horas en el Málaga desde que llegó hace 10 meses. Existe la confianza de que, con los fichajes en este mercado invernal, el equipo mejore y que Míchel pueda demostrar que sí es capaz de exprimir esta plantilla.