El centrocampista serbio del Málaga CF entró desde el banquillo pero vio dos amarillas consecutivas. Kuzmanovic entró en el minuto 84 en sustitución de un Recio que acabó exhausto, pero el mediocentro no tuvo fortuna ya que no llegó a terminar el partido. La razón: su expulsión. Y de hecho, el serbio casi no tuvo actuaciones en el partido, no llegó casi ni a tocar el balón en los seis minutos que estuvo sobre el césped. Y es que Kuzmanovic vio una amarilla en el minuto 90 por encararse con Bebé tras propinarle una patada. Pero en la siguiente jugada tuvo que hacer una falta por detrás a un rival cuando enfilaba ya camino de la zaga rival y suponía un peligro. El serbio fue expulsado y no estará contra el Girona.