La imagen del pasado sábado de José González fue icónica. El míster, sobre el césped, minutos después de terminar el partido contra el Valencia, con La Rosaleda vacía, casi a oscuras y desde la soledad de su banquillo buscaba respuestas a cómo se había escapado un partido que tenían ganado. El técnico gaditano se hacía las mismas preguntas que todo el malaguismo. ¿Qué tiene que hacer este Málaga para acabar con su mala racha? Desde luego, el camino que el sábado el Málaga enfiló lo acerca más al triunfo que el que por ejemplo tomó en Las Palmas.

Pero González, brazos en jarra y minutos antes de comparecer ante los medios, se reunió consigo mismo y contó hasta diez. Respiró hondo, analizó la situación y entendió que la mejoría sin premio es una condena que está azotando al Málaga en las últimas jornadas. Porque la sensación del malaguismo es que el conjunto blanquiazul ha dado un paso al frente, ha mejorado sus prestaciones, pero no le da aún para ganar. O al menos no para doblegar a equipos como Atlético de Madrid y Valencia.

Por eso el malaguismo se divide hoy en los mentideros futbolísticos entre optimistas y pesimistas. La derrota por la mínima contra el Valencia ha tenido un cierto efecto revitalizador porque la puesta en escena contra el conjunto taronja evidenció que este Málaga aún no está muerto, dentro de la complejidad que entraña regatear al descenso.

Esos leves síntomas de mejoría y que los rivales siguen empeñados en mantener con vida al Málaga CF esta temporada han creado una corriente optimista a la que se agarra más de un malaguista. El conjunto blanquiazul, una jornada más -y lleva tres consecutivas perdiendo- sigue a siete puntos de la zona de permanencia. Se ha quitado ya de enmedio a dos rivales de pedigrí como el segundo y tercer clasificado de la Liga. Y las matemáticas le conceden aún un hilo de esperanza.

La permanencia se ha convertido en una Liga de cuatro equipos -el Espanyol, que empató ayer, está aún demasiado lejos-. Y una jornada más, los cuatro pincharon. El Dépor perdió en Vitoria, La Palmas con el Sevilla y el Levante, ayer, con la Real Sociedad, con goleada inclusive. Ninguno transmite mejores sensaciones que el Málaga a estas alturas, por lo que será fundamental cómo vaya avanzando la temporada.Mejoría real o irreal

¿Ha mejorado realmente el Málaga con respecto al que arrancó la temporada? La pregunta no es fácil de responder, al menos de manera objetiva, ya que los números siguen siendo desastrosos. Desde que aterrizó José González, el Málaga CF cosecha dos puntos de quince posibles. Ha marcado sólo dos goles y sigue perdiendo por la mínima. Un botín demasiado escaso como para hacer un balance esperanzador.

En cuanto a sensaciones, el Málaga sí parece mostrar mejoría. Más implicado, con más criterio e incluso con más fundamento. El conjunto de José González parece conceder menos al rival y tenerlo más controlado. Pero le sigue faltando gol y sigue encajando goles. Sólo ante el Girona, en un cero a cero para olvidar, dejó su portería intacta. Y arriba, aunque con Ideye ha mejorado el aspecto ofensivo, el fútbol de ataque sigue siendo demasiado limitado. Puede que el baremo, al medirlo con el segundo y tercer clasificado no sea el más adecuado, pero los números siguen estando alejados de un cambio drástico.