No le sale absolutamente nada al Málaga esta temporada. El conjunto costasoleño cayó por 2-1 en su visita al Nuevo San Mamés en un partido en el que no fue peor que su rival y donde jugó una buena segunda parte en la que En-Nesyri marró una pena máxima y se fueron al limbo varias ocasiones clarísimas de gol. Derrota muy dura que deja aún más hundidos a los de José González en el fondo de la tabla.

Se las prometía muy felices el conjunto blanquiazul cuando En-Nesyri hizo el 0-1 en el minuto 12, pero la alegría apenas duró cinco minutos, lo que tardó Susaeta en firmar el empate. Buen tanto del delantero marroquí tras un gran envío de Lestienne, sin embargo, sintiendo casi para celebrar, el Athletic volvía a igualar la balanza.

Pasaban los minutos y el equipo de José González no reaccionaba al golpe del empate y cuando el primer tiempo entraba en su recta final San José hacía el 2-1 a la salida de un córner. Fallo grosero en la marca y el mediocentro vasco adelantaba a los suyos con una volea ante la que nada pudo hacer Roberto. Partido muy cuesta arriba al descanso, por resultados y sensaciones.

No obstante, el equipo malagueño salió con otra cara tras el paso por vestuarios y dominó la segunda mitad, donde mereció al menos empatar y llevarse algo positivo de Bilbao. Los nervios empezaron a apoderarse de los jugadores y la hinchada bilbaína y el Málaga empezó a creer en la remontada. Y En-Nesyri lo tuvo en su mano con un penalti forzado por Rosales, pero el marroquí no fue capaz de batir a Kepa desde los once metros.

Aún así, el Málaga siguió intentándolo y de nuevo el ariete marroquí y Rolan dispusieron de dos ocasiones clarísimas de gol, pero la falta de puntería lastró una vez más las aspiraciones de los de José González. Y ya en el tramo final, de nuevo con un jugador menos por la expulsión por doble amarilla de En-Nesyri, fue imposible rascar algo positivo.

Derrota muy dolorosa que deja al Málaga colista con 13 puntos y todavía a siete de la salvación, distancia que puede mantenerse o aumentar dependiendo de lo que haga el lunes el Levante en su partido en casa contra el Betis. No hay tiempo para lamentarse, toca luchar hasta el final. El miercoles, el Sevilla en La Rosaleda.