Se armó el lío. Y de los gordos. Porque la sustitución de Success cuando apenas se habían disputado 34 minutos generó pitos tanto al futbolista como hacia el banquillo. El nigeriano vivió una tarde repleta de sombras en el derbi andaluz.

Al jugador que llegaba en este mercado invernal para reforzar la vanguardia blanquiazul se le vio desde el pitido inicial extraordinariamente lento, con poca chispa e incluso impreciso tanto en ataque como a la hora de intentar robar balones.

De esta manera, José González se vio obligado a sustituirlo antes del descanso por el marroquí En-Nesyri. La decisión estaba tomada desde que Correa adelantó al Sevilla en el minuto 15. El ariete internacional empezó a calentar desde ese mismo instante y con más de diez minutos para que acabase el primer acto saltó al terreno de juego.

El público despidió con pitidos a Success, que no disimuló su desaprobación por el cambio al rechazar incluso los ánimos de sus propios compañeros. Tomó el túnel de vestuarios, visiblemente contrariado, y ahí quedó una participación muy alejada de la que a priori se esperaba con bastante interés en el feudo malaguista.