Es uno de los problemas futbolísticos más evidentes que ha tenido el Málaga CF esta campaña, que se detectó al principio de temporada y que no se ha puesto remedio ni siquiera en el mercado invernal: el conjunto blanquiazul tiene un grave problema de construcción de juego que ha quedado en evidencia, más si cabe, en las últimas jornadas, ante la ausencia de jugadores con capacidad para crear fútbol en su centro del campo. Las ausencias por lesión de Recio más allá del pelotazo o del fútbol directo que en las últimas jornadas ha quedado de manifiesto.

Recio estaba siendo uno de los faros del equipo esta temporada. Y aunque el malagueño, al igual que el resto del equipo, estaba lejos de su mejor nivel, cumplía la función de bisagra entre la defensa y el ataque. Por él pasaba buena parte del juego de creación malaguista. Y ante su ausencia, Adrián cumplía con esas funciones. Pero el evidente bajón del centrocampista madrileño en el segundo tramo de la temporada también lo ha desacreditado en esas funciones.

Cuando mejor ha funcionado el Málaga esta temporada es cuando ambos han coincidido de mediocentros. Sin embargo, ahora el Málaga no tiene ni timón ni timonel ya que ambos están lesionados y se desconoce cuándo podrán estar de vuelta. Recio sufrió una dura entrada en el partido contra el Valencia. Curiosamente, el Málaga ganaba con él en el campo y su salida fue uno de los detonantes para que se escapasen los puntos. Desde entonces no ha vuelto a jugar. Sufre un esguince en el ligamento lateral de su rodilla derecha y se espera su vuelta.

Adrián, por su parte, se vio afectado en el partido contra el Athletic Club en San Mamés por otra dura entrada de Adúriz. Con él en el campo, el Málaga no perdía -iba 1-1-. Pero su cambio también dejó al conjunto blanquiazul tocado. Sufre un esguince en el ligamento lateral interno y en el cruzado posterior de su rodilla derecha, lo que posiblemente le dejará más tiempo fuera de juego.

La pareja Iturra-Lacen para el centro del campo no ha dado sus frutos. Ambos jugadores son del mismo corte y no tienen capacidad de creación. De hecho, José González incluso recurrió a Kuzmanovic, pero el mediocentro serbio hace tiempo que dejó de tener la cabeza en Málaga.

Lo inexplicable de todo esto es que en el mercado invernal, viendo las carencias al respecto, el club no buscase y apostase por un mediocentro de creación capaz de llevar la manija del equipo. La dirección deportiva apostó por otro perfil de jugadores, más ofensivos. Y sólo Lacen vino ya con el mercado cerrado, sin ser la pieza que realmente añoraba el equipo.