Hubo un tiempo en el que el Málaga estuvo formado casi en su totalidad por jugadores malagueños. Era otra época, otro fútbol y también otra realidad, además de otro Málaga. Pero lo cierto es que el conjunto blanquiazul ha perdido parte de sus raíces. Se ha sentido huérfano en muchas ocasiones y la ausencia de empatía con unos colores, una afición y un club han desembocado en la ausencia de referentes. En el mundo del fútbol es difícil encontrar algo más que la simple profesionalidad. Y ahí, quizás, pueda llegar el jugador de la tierra, el que ha crecido desde pequeño con el sueño de jugar en el primer equipo. Al que le duele perder y, sobre todo, descender.

Uno de los problemas que ha detectado el club esta temporada y que ha agravado la situación deportiva es la falta de referentes dentro del vestuario, ya sea con jugadores de la tierra -los únicos malagueños han sido Recio, además de Ontiveros en el primer tramo y Samu García en el segundo- o de pesos pesados.

La salida de jugadores como Camacho o Kameni unida a las retiradas de Duda y Weligton dejaron un vestuario sin totens. Un problema que puede derivar en descontrol. Y a eso quiere ponerle freno la dirección deportiva el próximo curso.

De sobra es sabido que la planificación para la próxima temporada ya ha comenzado. El club rastrea el mercado de Segunda en busca de refuerzos. Quiere un entrenador nuevo y también mira con esmero posibles incorporaciones de jugadores de la categoría de plata. Sin embargo, se ha propuesto que la Torre de Babel en la que se ha convertido ahora la plantilla desaparezca. El objetivo es incorporar jugadores nacionales, y a ser posible volver a dotar de sangre malagueña a la plantilla.

Un objetivo que tampoco será fácil, pero que puede hacer mucho bien en una categoría compleja, larga y donde la implicación también jugará un papel decisivo.

11 nacionalidades

Para ello, el Málaga deberá abrir la puerta de salida, ya que cuenta con hasta 28 jugadores para el próximo curso. Actualmente hay hasta once nacionalidades en la plantilla. 13 jugadores españoles, tres uruguayos, tres venezolanos, dos nigerianos, un argentino, un serbo-suizo, un chileno, un turco, un belga, un marroquí y un franco-argelino. Demasiado para encontrar un nexo de unión.

Es por ello que el objetivo es buscar gente que conozca la categoría y, sobre todo, el club. Y hay jugadores que cumplen ese perfil a la perfección.

Uno de ellos es Jesús Gámez. El excapitán blanquiazul acaba contrato en el Newcastle de Rafa Benítez y sólo ha jugado tres partidos. Pero lleva casi toda la temporada lesionado. No tiene visos de renovar a sus 32 años y nunca escondió su deseo de regresar a su tierra.

Otro nombre es Alexis Ruano. El zaguero malagueño también acaba contrato en el Alavés y no ha recibido de momento oferta de renovación. Es coetáneo de Jesús Gámez y ambos coincidieron en las categorías inferiores del Málaga CF e incluso en el primer equipo.

Otro de los nombres en Primera susceptible de poder venir, aunque más complejo porque tiene un año más de contrato, es el de Dani Pacheco. El malagueño milita en el Getafe, no está teniendo protagonismo, pero el año pasado fue clave en el ascenso de los madrileños a Primera. Curiosamente, nunca ha jugado en el Málaga, aunque ha sido vinculado varias veces con el conjunto blanquiazul. Portillo, Juanmi, Francis o Loren están jugando en sus equipos y parece inviable pensar en un futuro cercano en Martiricos.

Segunda División

Pero Segunda es también un buen caladero de jugadores malagueños que han demostrado moverse a las mil maravillas en la categoría de plata. Sería un buen momento para intentar repatriar a algunos de ellos para hacer carrera en el club de su tierra.

Alberto Escassi -que milita en el Numancia y que ya jugó y marcó en Copa al Málaga este curso-, José Pozo -juega en el Almería y ha disputado casi todos los partidos de Liga-, Raúl Baena -milita en el Granada y ya estuvo cerca de venir al Málaga en años anteriores-, Kiko Olivas -juega en el Valladolid pero tiene contrato en vigor hasta 2020-, Jona Mejía -delantero del Cádiz cedido por el Córdoba- o Edu Ramos -centrocampista del Córdoba que acaba contrato-. Son malagueños que militan en Segunda y que conocen la categoría de sobra.

Además, el Málaga tiene previsto contar con Recio como una de sus banderas el próximo año, recuperar a Ontiveros -ahora en el Valladolid- y a Luis Muñoz -cedido en el Lugo-, y promocionar a algún jugador de la cantera. Incluso no es descartable seguir contando con Samu García, que ya ha mostrado su interés públicamente a seguir el año que viene sea cual sea la categoría.