Una jornada más y también una menos para acabar. Porque el malaguismo mira ya más al final de curso que al paso de las jornadas. Y es que la temporada para el Málaga CF se está haciendo muy larga, una penitencia continua y un calvario sin parangón. Un colista moribundo que espera una sentencia matemática para acabar con la agonía.

Entre medias, cada uno de los nueve partidos que restan hasta el final de Liga son una estación nueva de penitencia. En esta ocasión, el Villarreal es que hace escala en Martiricos. Un partido incómodo que invita también poco al optimismo para acabar con la racha de cuatro derrotas consecutivas en casa, para poner fin a la sequía de victorias en Liga que se alarga desde el 10 de diciembre, e incluso para terminar con la sequía goleadora que ya alcanza los 374 minutos. Son dígitos de un equipo sin alma dejado a la suerte, pero que hoy recibe al quinto clasificado, con necesidades europeas y con ansias de ganar.

Al Málaga, que está a 14 puntos de la salvación cuando restan 27 por disputarse, ya no lo salva ni un milagro. Por eso sólo le queda poder ofrecer una despedida de Primera lo más honrosa posible. Apelar a la profesionalidad -si es que ha habido en lo que va de curso- e intentar regalar un digno espectáculo a su afición. Una alegría mínima con la que amortiguar el batacazo de temporada en que se ha convertido esta campaña.

Porque si alguien esperaba cambios en el esprint final de temporada, no los habrá. Y José González seguirá moriendo con sus ideas. No apostará por los menos habituales que sin embargo tienen contrato asegurado para el próximo curos. Ni tampoco cambiará su forma de jugar, previsible y arcaica por momentos.

Mientras la pelota rueda en Martiricos, el verdadero partido se juega fuera, en los despachos y en busca de la planificación del próximo curso. El club busca entrenador para Segunda para llevar al frente el proyecto del ascenso. De momento, agua.

Por eso, aún hay mucho en juego para la plantilla blanquiazul, aunque seguramente sea a largo plazo. Algunos se juegan su futuro, su continuidad en Málaga o ponerse en el escaparate para huir de las llamas de Segunda. Sólo un buen final de temporada puede regatear el hundimiento colectivo.

Para la cita, José González recupera a Adrián González y a Samu García. Son dos jugadores que podrían entrar directamente en el once contra el Villarreal, aunque quizás el gaditano quiera dar continuidad a lo visto ante el Celta, donde se consiguió un intrascendente empate sin goles.

Recio -lesionado- y Keko se quedaron fuera de la lista, donde continúa Ideye, además de los lesionados Juanpi, Peñaranda y Ricca. Rolon y Kuzmanovic, fuera por decisión técnica.

En el Villarreal finalmente se ha quedado fuera Trigueros, que no ha llegado a tiempo para la cita. La gran novedad es la vuelta a la convocatoria de Andrés Fernández, como segundo portero. También han entrado en la citación los canteranos Raba y Roger Martínez. El conjunto amarillo llega tras dos victorias consecutivas, la última contra el Atlético de Madrid.