Francisco Martín Aguilar lleva más de 35 años con la maleta a cuestas y con el escudo del Málaga bordado en su pecho. No es una pose, es un estilo de vida. Nadie puede explicarle qué es el malaguismo. El consejero consultivo del Málaga CF atendió ayer a La Opinión aún triste, notablemente abatido tras el descenso, pero con ganas de volver a resurgir cuanto antes y esperando la llegada de sus nietos para amortiguar el golpe.

La instantánea, la de las lágrimas blanquiazules en el autocar del Málaga tras consumarse el descenso, corrió como la pólvora por las redes sociales en la noche del jueves, pero también demostraron que al menos había alguien al timón del Málaga CF por los campos de España que siente y que padece el malaguismo. El consejero consultivo del club, aun así, pide perdón por la imagen mostrada, pero hace un llamamiento al malaguismo: «Levantar la cabeza y volver a Primera cuanto antes».

Francisco, momentos duros. Le vimos abatido en las imágenes al término del partido en el Ciudad de Valencia. ¿Muchos sentimientos que afloraron de golpe?

Sí, efectivamente. Fue inevitable. No pude evitarlo, no sé lo que me ocurrió, pero es verdad que me vine abajo. Vi que se jugó un buen partido, como casi todos los últimos que se habían jugado, y al no conseguir la victoria? Porque mantenía la esperanza de que se pudiera conseguir ese partido. Y luego, pues vi que podía ocurrir lo que se venía gestando toda la temporada. Pensé que algo malo nos estaba pasando esta temporada y ahí fue donde no pude contenerme.

Uno se prepara para este tipo de situaciones, pero no para un desenlace tan cruel, en el último segundo...

Sí, en el último segundo. Mantienes la esperanza, ves que puedes conseguir la victoria, pero ves que es en el último segundo, como ha ocurrido también otras veces. La verdad es que te vienen muchas cosas a la cabeza. Y cuando uno ve que hay esperanza de vida y se va esa vida, te derrumbas.

Quico Catalán, presidente granota, se acercó a consolarle. ¿Qué le decía la gente del Levante?

Bueno, en todo momento mostraron un cariño extraordinario porque además es un club que vivió esa misma circunstancia hace unos años en La Rosaleda y saben lo que es y lo que se siente. Y en ese momento, él vino a despedirse y a desearnos una vuelta rápida para vernos pronto en Primera. Yo le di la enhorabuena cuando marcaron el gol en el último segundo. Lo hice a todos los dirigentes del Levante, como siempre hago por respeto. Pero ellos de verdad sienten un cariño especial por el Málaga, como así se demuestra. Y vino a consolarnos a todos, lo que pasa que me vio a mí en las circunstancias que me vio, pues me abrazó fuertemente para desearme que pronto nos viéramos otra vez en Primera. Y que estaba a mi disposición y que los malaguistas tenían allí su casa. Algo que te hace sentirte todavía más profundo, el mundo del fútbol se vive así. Y esa circunstancia... en fin, la viví en primera persona. Lamento haber dado una imagen de blandeza pero no era mi intención. Hay que recuperarse pronto y rápidamente. Levantar la cabeza porque hay muchísimos malaguistas de pro. Tenemos detrás muchos malaguistas que desean lo mejor para el equipo, para el club. Y ésa es la fuerza que nos va a dar para levantarnos de inmediato.

Su imagen es cercana, humana y casi icónica del descenso. El malaguismo se identifica con usted. ¿Ha recibido muchas muestras de cariño desde el jueves noche?

Muchísimas. Y de personas que no sé cómo han podido mandarme mensajes sin saber mi número. De algún modo habrán logrado mi número. De muchos ánimos. De personas que hace tiempo que no las veía. Y estoy agradeciendo uno por uno el mensaje de apoyo y de ánimo porque es para todos los malaguistas. Y lo único que hago es representar a ese corazón malaguista que llevamos todos. A ese compromiso y a esa fe que tenemos de volver cuanto antes lo más fuerte posibles. Y volver a donde creo que todos esos malaguistas y Málaga entera se merece.

¿Qué le dice al malaguismo en estos momentos tan duros?

Pues que siga apoyándonos y animándonos. Que miren el escudo del Málaga, con la frente bien alta, que es lo que tienen que mirar. Y que seguro que nos recuperaremos y que volveremos otra vez lo más pronto posible a estar en lo más alto, que es lo que todos los malaguistas se merecen. Y que todos nos merecemos. Que apoyen, que ayuden y que no cesen el aliento porque ellos son los que llevarán al Málaga en volandas.