Roberto Rosales se llevó este domingo todas las iras de la afición de La Rosaleda en la derrota del Málaga CF ante el Alavés por un contundente 0-3. Su mala temporada -como la del resto del equipo- y el grotesco error en el Benito Villamarín que propició el empate del Real Betis, le han puesto a su propia afición en contra. La afición silbó al futbolista, uno de los capitanes del equipo, cada vez que tocó un balón. Y fue más allá. Una parte de la afición, centrada en el fondo de animación de Gol, le llamó "cabrón" cada vez que lanzaba un saque de banda, en un cántico organizado.

Hay mil formas diferentes de mostrar el enfado. Incluso cantarle que es un «porro» de jugador, como también lo hizo una parte específica de la hinchada blanquiazul. Pero rebasar la barrera del insulto parece excesivo. Rosales acabó desquiciado, con una agresión bárbara a Burgui, a un compañero de profesión, que mereció la roja. Una entrada desmedida y fea. Y carente de toda lógica, más allá que su desquiciamiento.

El propio entrenador del Málaga CF, José González, tuvo unas palabras de apoyo a su futbolista, al que excusó de cualquier culpa. "No estoy contento por lo que ha ocurrido con lo de Roberto Rosales. Si hay alguien en este vestuario que da la cara es Roberto. Se le ha señalado por un error puntual. Una persona que tiene una trayectoria intachable, un comportamiento profesioal impecable, que siempre está al frente, que es capitán, no estoy contento con lo que le ha tocado vivir. No lo entiendo. Todas las opiniones son respetables, no estoy contento por mí ni por Roberto Rosales, pero no entiendo lo que ha pasado. Por cómo se está sintiendo Rosales. No se lo merece, realmente no se lo merece".