Los excrementos de perro serán la prueba de una infracción leve en Marbella. La junta de gobierno local aprobó ayer una nueva ordenanza municipal que obliga a los propietarios de animales de compañía a recoger los excrementos que depositen en la calle. De no hacerlo, se enfrentarán a multas de entre 75 a 500 euros.

«Las personas que conduzcan perros y otras clases de animales por la vía pública están obligadas a impedir que hagan sus deposiciones en las zonas destinadas al tránsito de peatones o zonas públicas», establece el artículo 27 de esta nueva normativa que próximamente se hará pública y se someterá a período de alegaciones, informó ayer el portavoz del gobierno del PP, Félix Romero.

El Ayuntamiento será «implacable» ante la comisión de esta infracción al considerar que daña especialmente la imagen de la ciudad, por su carácter eminentemente turístico. Pero no es el único aspecto que regula este nuevo texto normativo.

Queda prohibido alimentar a los animales en la vía pública y también es considerado una falta leve, penada con la misma cuantía de sanción. En el mismo rango de infracción se encuentra el hecho de pasear animales en las playas o zonas habilitadas para juegos infantiles.

Maltratar animales, abandonarlos o no atenderlos debidamente se castigará con multas de entre 501 y 2.000 euros, de acuerdo con esta nueva ordenanza.

Romero explicó que los poseedores de animales «potencialmente peligrosos», considerados así por pertenecer a especies que «tienen la capacidad de causar la muerte en virtud de las leyes vigentes», deberán tener un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros con una cobertura de, como mínimo, 175.000 euros.

Multas de hasta 30.000 euros

Los agentes de la Policía Local, la Patrulla Verde de la Guardia Civil, además de los propios inspectores de Sanidad del Ayuntamiento son los encargados de hacer cumplir esta nueva normativa, que establece multas de hasta 30.000 euros por la comisión de faltas consideradas muy graves.

Todos los animales de compañía deberán estar inscritos en un registro municipal antes de cumplir los tres meses de edad o en menos de un mes desde su adquisición. «Todos los que circulen por la vía pública deberán llevar microchip», aseguró Romero.

La nueva normativa viene a completar y ampliar la cobertura de la ordenanza vigente hasta el momento y que, de acuerdo con el Ayuntamiento, no ha resultado muy efectiva en el caso, por ejemplo, de la recogida de las defecaciones de los perros.

Requisitos para tener animales peligrosos

Tener un animal de compañía de los considerados «potencialmente peligrosos» de acuerdo con esta normativa requiere de una serie de condiciones. Una de ellos es contar con «capacidad física y aptitud psicológica» adecuada. Asimismo, no podrán contar con una mascota de estas características aquellos ciudadanos sobre los que pesen condenas por delitos de homicidio, lesiones, torturas, contra la libertad, contra la integridad moral o la libertad sexual y la salud pública. Tendrán que ser mayores de edad, estar empadronados y disponer de un seguro de responsabilidad civil por daños a terceros.