Marbella no es inmune y sufre el virus del paro. La ciudad acumula a más de 16.300 personas inscritas en los servicios públicos de empleo en busca de ocupación, pero no todas viven del subsidio. Hay familias, con componentes en esta situación, que se ven obligadas a recurrir a la beneficencia. El número de ellas ha crecido en el último año. Según la institución humanitaria Cruz Roja, la cifra prácticamente se duplicó en 2011.

Alrededor de 300 familias acudieron a la sede marbellí de Cruz Roja para pedir alimentos el pasado año. El anterior, fueron 180, según indicó a este diario Milagros Román, responsable de la campaña de recogida de alimentos.

La organización convocó a los distintos agentes sociales a que participaran en esta iniciativa para aumentar sus recursos ya que, según aseguran sus responsables, este año se han encontrado desbordados ante la creciente demanda de ayuda.

Un perfil distinto

«Antes había más españoles», indicó Ramón. El perfil de demandante de ayuda social ha cambiado. Frente a una importante mayoría de extranjeros en el pasado, en la actualidad se registra un incremento de españoles.

Entre el 50 y el 60% de las familias que piden alimentos es españolas. Hace apenas un año, eran el 30%, de acuerdo con los datos aportados por Cruz Roja.

Asimismo, las familias autóctonas no se limitan a pedir comida, también solicitan ayuda para vestir, buscan ropa en la sede marbellí de Cruz Roja.

La organización se sostiene gracias a la cuota que aportan sus socios y a las donaciones que recibe. Actualmente, se abastece de un presupuesto anual de 10.000 euros procedentes de los más de 1.100 socios que contabiliza en la ciudad. La cuota mínima para colaborar con Cruz Roja apenas ronda los 36 euros anuales.

La organización sin ánimo de lucro no ha sido la única en notar el incremento de las necesidades básicas en la población marbellí. El Ayuntamiento también lo ha comprobado a través de su delegación de Bienestar Social.

A las oficinas municipales se presentaron hasta 10.900 personas en busca de distintos trámites para solventar sus problemas socioeconómicos o reclamar los derechos que le corresponden por encontrarse en una situación desfavorable. Desde los ciudadanos que visitaron Bienestar Social para tramitar ayudas a la Dependencia hasta los extranjeros que buscan certificar su arraigo en la localidad para acceder a los beneficios previsto por ley.

El Consistorio detectó a unas 300 familias con problemas, una cifra que coincide con la aportada por Cruz Roja. Asimismo, resultaron atendidos más de 500 menores, según el edil.

Esta situación económica local ha favorecido el incremento del número de voluntarios que se ofrecen a atender a los más necesitados. Tan sólo en el Banco del Tiempo que se ha puesto en marcha en la ciudad ya se cuenta con 70 participantes.

El Ayuntamiento, ante esta situación, ha aumentado la partida presupuestaria que destina a este materia en un 2,4% respecto a 2010, en total 10 millones.