El vertedero de residuos vegetales de Marbella ardió ayer con varias toneladas de restos. Unas 15.000, de acuerdo con los técnicos consultados por este diario. El incendio se originó en torno a las cinco de la madrugada. El humo alarmó a las comunidades de residentes cercanas a la ubicación del vertedero de La Mina, situado en la carretera de Ojén.

Para mediodía, el fuego estaba «totalmente controlado» y no existía «ningún peligro» de propagación fuera del área, según informó el concejal de Medio Ambiente de Marbella, Antonio Espada. Los daños impedirán la utilización de esta explanada durante las próximas dos semanas, según calculó el edil.

Espada apeló a los vecinos para que no depositen la basura que suele desviarse a este centro a lugares no autorizados. Actualmente, para hacer lo correcto, los residentes en Marbella tendrán que desplazarse a los vertederos de Mijas y Estepona, recordó.

Denuncia. El portavoz del partido Equo en Marbella, Javier de Luis, denunció ayer la mala gestión de los residuos sólidos en la localidad. No es la primera vez, según recordó De Luis, que se denuncian irregularidades en esta materia ante la Delegación de Medio Ambiente.

«En esta zona se vienen depositando vertidos de inertes, entre ellos restos de podas, enseres y escombros», indicó. «En teoría se depositan para recibir un tratamiento diferenciado que, en la práctica, es ineficaz», lamentó.

Estos residuos generan bolsas de metano y otros gases inflamables que «periódicamente» combustionan y generan incendios, explicó De Luis, quien aseguró que no se trata del primer fuego que se genera en la zona, aunque sí del más aparatoso.

«Faltan chimeneas para el drenaje de estos gases», advirtió el representante de Equo. La zona presenta un aspecto «desolador», incidió. Existen tres vertederos, uno de ellos clausurado y próximo a las instalaciones de la asociación Triple, encargada de la recogida y cuidado de animales de compañía abandonados por sus dueños. Además, hay otro vertedero de inertes en uso y otro depósito de masa vegetal en descomposición.

El depósito de inertes genera gases inflamables, señaló De Luis. Al lado de esta explanada se encuentra la de masa vegetal en descomposición, separada por un arroyo. La masa vegetal genera «lixiviados o aguas negras», añadió. Estas aguas no se recogen adecuadamente y se derraman en la cabecera del arroyo, conocido como Arroyo Primero, de acuerdo con la denuncia de este partido.

La gestión de los residuos en la localidad es «pésima», criticó. Es una situación que además se repite desde hace años «sin tomar medidas».

El Ayuntamiento y las administraciones superiores que se encargan de la protección ambiental «se limitan a apagar fuegos sin tomar iniciativas adicionales que mejoren la gestión de los residuos y eviten las combustiones internas y el vertido de aguas negras en el cauce del arroyo», completó en su denuncia.