La Audiencia Provincial de Málaga ha confirmado una sentencia dictada por el Juzgado de Primera Instancia número 7 de Marbella que condenó a un cirujano estético y a un hospital privado a indemnizar con 26.267 euros a una mujer que se sometió a una liposucción en el año 2007, cuando tenía 65 años.

Al no haberse personado la representación procesal del cirujano, la Audiencia ha declarado desierto el recurso de apelación y ha confirmado la sentencia dictada en 2011 por el juzgado de Marbella, según ha informado en un comunicado la asociación El Defensor del Paciente, que ha tramitado el caso.

La paciente acudió en mayo de 2007 a un hospital privado de Marbella para asesorarse sobre la posibilidad de realizarse una liposucción de abdomen para mejorar su aspecto, y el médico que la atendió le aconsejó "con claro ánimo mercantilista" de que también se la hiciese en otras partes del cuerpo, según el abogado de la perjudicada, Francisco Damián Vázquez.

El médico, R.M.M., le propuso que se hiciese una liposucción de abdomen, cintura, cadera, banana, brazos y lipo inyección de glúteos, intervención que se le practicó el 12 de junio de 2007.

Pasados dos meses tras la operación, los dolores persistían y en la piel se había acumulado fibrosis.

En el juicio, el perito del cirujano y el hospital catalogó como pequeñas irregularidades las secuelas causadas tras la liposucción, lo que motivó que la jueza y secretaria judicial del juzgado efectuaran un reconocimiento y grabación de vídeo.

En la sentencia se establece que, tras el reconocimiento judicial, no se puede concluir que la mujer presente pequeñas irregularidades, sino "grandes irregularidades extendidas por amplias zonas del cuerpo".

La resolución judicial reconoce el mal resultado de la intervención estética y además condena por falta de información por un consentimiento informado deficiente.

El Defensor del Paciente ha informado asimismo de que tras la denuncia presentada por la perjudicada se instruye actualmente un procedimiento penal en un juzgado de Marbella contra el perito del cirujano estético por la posibilidad de falsedad en su informe y haber faltado a la verdad.