El Ayuntamiento de Marbella ha aprobado en comisión plenaria el nuevo Reglamento del Taxi en la ciudad, documento que ha provocado las críticas de la oposición política y ha dividido a la corporación municipal en dos.

El punto de la polémica es el referido al coeficiente que se utiliza para la concesión de las nuevas licencias. Si bien hasta el momento se ha aplicado el de 2,5 taxis por cada 1.000 habitantes, a partir de ahora se utilizará el de 1,9 por cada 1.000, lo que supone que la concesión de estos nuevos permisos se va a quedar paralizada.

«Con la aplicación de este nuevo coeficiente tardarán décadas en otorgarse nuevas licencias», señala el líder del PSOE, José Bernal, quien recordó que «desde el año 2011 no se conceden este tipo de permisos en el municipio».

El socialista asegura también que el sector del taxi «debe ser protegido y respetado, ya que presta un gran servicio en una ciudad eminentemente turística como Marbella». También aboga por combatir otros problemas que les influyen a la hora de realizar sus funciones, como el intrusismo.

Por su parte, el edil del grupo municipal de IU, Miguel Díaz, pide «diálogo» para alcanzar soluciones «consensuadas». Para ello aboga por ampliar la participación contando también con representantes del sector turístico, de restauración y de hostelería además de escuchar, principalmente, a los trabajadores del taxi.

Por otro lado, critica que no se modifique el punto de la actual ordenanza donde obliga que la cilindrada mínima del nuevo vehículo tenga que ser de 1.900 centímetro cúbicos, cuando es factible motores más sostenibles.

Asimismo, la asociación de Asalariados del Taxi en Marbella y San Pedro de Alcántara se opone también a la medida recogida por la nueva norma municipal sobre el coeficiente. Según los afectados, esta cifra se establece por criterios poblacionales, factor que no es obligatorio dentro del Reglamento Andaluz del Taxi.

«Una ciudad turística como Marbella no puede sólo regirse por habitantes y menos hacer cálculos en temporada baja», señala el presidente de dicho organismo, José María Sánchez.

Así pues, la alta actividad turística de Marbella se vería afectada ya que en los meses de mayor afluencia de gente dicho servicio de transporte estaría limitado.

En este sentido, los trabajadores se sienten perjudicados por esta decisión municipal que aseguran que «sólo favorece a los actuales propietarios de licencias y no a los que trabajan para ellos y esperan una para explotarla, condenándoles al empleo para terceros».

A su vez, el colectivo de taxistas recrimina al Consistorio que «no haya cumplido con el mínimo de taxis exigidos por el Reglamento Andaluz para el transporte adaptado, fijado en el 5%.

«No han sido pocos los casos en los que no se ha podido cubrir la demanda de este tipo de vehículos, ya que no había ninguno de los pocos con los que cuenta el municipio disponible», apunta el presidente de la asociación.

El Reglamento del Taxi de Marbella aprobado en comisión plenaria ha de pasar un periodo de exposición pública donde se pueden presentar alegaciones.

Los asalariados del taxi marbellís ya preparan las suyas para hacer la objeción del documento. Estas alegaciones serán estudiadas por el Consistorio a las cuales se les dará respuesta y se dirá cuáles prosperan y cuáles no. Tras este trámite se procede a la aprobación definitiva de la nueva norma.

El edil responsable de este área, Félix Romero, afirma que «se han mantenido reuniones con los diferentes colectivos para consensuar el reglamento». A su vez, el edil asegura que «durante la tramitación las negociaciones seguirán abiertas a posibles modificaciones».