­En apenas unos minutos, la playa de La Venus de Marbella se convirtió en un caos. Tres jóvenes turcos, dos estudiantes con discapacidad auditiva de 18 y 19 años, y su monitor de 30, murieron ahogados mientras un cuarto, otro joven de 18, fue trasladado con un hilo de vida al hospital Costa del Sol. Entre las hipótesis de los investigadores destaca la posibilidad de que las dificultades para regresar a la orilla de uno de los chicos provocaran una trágica cadena de rescates para salvarse unos a otros.

Los jóvenes, integrantes de un programa de intercambio de Erasmus + que se encontraban en la Costa del Sol desde el domingo 5 de abril, formaban parte de una expedición de diez personas procedentes de la Anafartalar Special Education Vocational School de Gelibolu, una localidad de la provincia de Çanakkale situada en la región de Mármara, al noroeste de Turquía. Apenas unos días antes de regresar a su país, los estudiantes disfrutaban de una aparentemente inofensiva jornada de playa en la que, a pesar del oleaje y del viento, no había bandera que advirtiera del estado del mar ni socorristas que vigilaran la zona.

Una mujer tumbada en una hamaca dio la voz de alarma. El reloj marcaba las 15.45 horas de ayer cuando observó a varios bañistas en apuros y otra persona haciendo señales desde la orilla. El hamaquero Víctor Alonso, varios camareros de los chiringuitos de la zona, un grupo de extranjeros y un surfista fueron los primeros en actuar, el primero de ellos con un salvavidas con el que logró sacar el cuerpo de uno de los más jóvenes a pesar de las dificultades que presentaba el mar. «Lo he pasado muy mal. El poniente y las corrientes me arrastraban con mucha fuerza», explicó Alonso después de recuperarse de un ataque de ansiedad. Los esfuerzos de una enfermera británica que también se encontraba en la playa resultaron estériles, mientras que las maniobras de reanimación consiguieron que los servicios sanitarios se llevaran con vida a uno de ellos al hospital Costa del Sol, donde al cierre de esta edición continuaba en estado crítico en la UCI. Un grupo de extranjeros y un agente de la Policía Local de Marbella lograron recuperar un segundo cadáver, pero las desesperadas señas del resto de estudiantes hicieron comprender finalmente a los presentes que en el agua todavía quedaba uno de sus compañeros. Esto motivó la movilización de la Guardia Civil, Protección Civil y Cruz Roja en embarcaciones neumáticas y motos acuáticas hasta que localizaron y rescataron un tercer cuerpo sobre las 19.00 horas con la ayuda del buzo profesional Salvador Martín, quien aseguró que el domingo y ayer el mar tenía fuerza 2-3 y que esa playa es bastante peligrosa por las mareas que llevan a los bañistas mar adentro, lo que hace conveniente la presencia de un socorrista. El concejal de Seguridad de Marbella, Félix Romero, aseguró que la situación del mar era óptima para el baño y justificó la ausencia de puesto de socorrista y bandera indicadora del estado del agua. Romero subrayó que el dispositivo de playas se activa del 15 de junio al 15 de septiembre, aunque en Marbella se amplía a la Semana Santa y los fines de semana posteriores hasta mediados de junio.

Las víctimas formaban parte de un grupo de diez estudiantes y dos monitores que se alojaba en el albergue África de Marbella para participar en unas actividades con la asociación de discapacidad mentales Aspandem de Marbella. Según la presidenta de esta asociación, María José Morales, era el último de los grupos de origen turco que han sumado 20 estudiantes y 10 monitores. «Estaba previsto que uno de nuestros voluntarios se reuniera mañana -por hoy- con ellos para explicarles como trabaja nuestra asociación», explicó Morales. La alcaldesa de Marbella, Ángeles Muñoz, y el cónsul de Turquía acudieron al albergue para mostrar su apoyo al resto de la expedición turca, que tuvo que ser asistida por un equipo de psicólogos.