­El director de la Unidad de Gestión Clínica de Neurociencias del Hospital Regional de Málaga y del Virgen de la Victoria, Óscar Fernández, afirmó ayer que los tratamientos médicos contra la esclerosis múltiple ya han «conseguido estabilizar la enfermedad y frenar sus consecuencias para la movilidad del paciente».

El experto, que participó ayer en el curso de verano de la UMA en Marbella «Enfermedades neurodegenerativas: de la investigación básica a la clínica», recordó que la dolencia suele aparecer a partir de los 30 años y tiene importantes consecuencias neurodegenerativas para la persona afectada.

El jefe de servicio de Neurología insistió en la evolución del pronóstico a diferencia de hace 15 años, cuando la enfermedad no se conocía, ya que actualmente los pacientes pueden normalizar su vida, aunque matiza que «depende de cada caso, pues la patología se manifiesta de formas muy diferentes».

No obstante, el experto también explicó que los pacientes sufren una «importante atrofia cerebral sobre todo a partir de los 50 años, y también se están aplicando tratamientos para prevenirla». En este sentido, recuerda que hasta un 80% de las personas que sufren la enfermedad no son conscientes de que pierden masa encefálica y «ello genera problemas cognitivos que ya se pueden detectar en sus fases iniciales», explicó el facultativo.

Por otro lado, el médico recordó que los avances en la investigación han permitido evaluar a nivel neurológico a los afectados mediante el empleo de baterías, que son aparatos especializados en la localización temprana de las consecuencias psiquiátricas y psicológicas de la enfermedad, tales como la falta de memoria o problemas para el aprendizaje. A partir de estos estudios, señala el investigador, «es posible aplicar tratamientos cognitivos diferenciales adaptados a cada caso».