­Uno de los empresarios de la construcción acusado en el caso Pinillo, sobre la operación desarrollada en la finca del mismo nombre, aseguró ayer en el juicio que en el momento en el que trabajó con el Ayuntamiento de Marbella no supo de supuestas ilegalidades urbanísticas en el municipio porque «no había motivo para pensarlo», sino que, «las cosas eran absolutamente normales, al menos aparentemente». El promotor, Javier Arteche, que fue absuelto en el caso Malaya, está acusado por prevaricación, maquinaciones para alterar el precio y fraude. Según la Fiscalía, una de sus sociedades firmó un contrato de arras sobre la finca con una sociedad vinculada al exasesor de Urbanismo Juan Antonio Roca y al exalcalde Jesús Gil que se había hecho cargo del crédito que gravaba la parcela, una vez que ésta ya era de propiedad municipal. «He trabajado en casi toda España y cuando hablas con los que se ocupan de estos temas urbanísticos, lo que ellos dicen es la verdad y no había en Marbella ningún motivo para pensar lo contrario hasta mucho más tarde; todas las cosas eran absolutamente normales, por lo menos aparentemente, más para la gente que no vive aquí», dijo el empresario a preguntas de una de las acusaciones. El fiscal sostiene que en este plan «urdido por Juan Antonio Roca» se pretendía de esta forma «dar el pase», transmitiendo estratégicamente un crédito sobre uno de los terrenos más atractivos para el desarrollo urbanístico en Marbella que el mismo había diseñado a una sociedad del entorno de este promotor.