­El coche con el que Westley George Capper atropelló mortalmente el lunes a una mujer circulaba muy por encima de la velocidad máxima permitida. Esta es una de las conclusiones que la Policía Local de Marbella ha incluido en el atestado del accidente, donde los investigadores, además de señalar la alta tasa de alcoholemia del conductor, han reflejado que el Bentley transitaba en torno a los 75 kilómetros por hora cuando embistió a la víctima en un punto del bulevar de San Pedro de Alcántara donde el límite es de 40. Según fuentes próximas al caso, el margen de error de esta pericial es de ±10 kilómetros por hora, por lo que los investigadores estiman que como mínimo circulaba a 60 km/h. La horquilla, sin embargo, tampoco descarta que superara los 80, es decir, más del doble de lo permitido en ese tramo.

A pesar de la gravedad del accidente, Capper, que iba acompañado por su amigo Craig Porter, se dio a la fuga, pero una eficaz intervención de la Policía Local de Marbella logró localizarlo en un bar gracias a los datos aportados por los testigos que presenciaron el siniestro pasadas las 20.00 horas. Los agentes lo encontraron en el establecimiento consumiendo alcohol en lo que consideran un intento desesperado por demostrar que sólo bebió después del accidente, y no antes. Una vez detenido, los agentes le sometieron a la prueba de alcoholemia que no superó, por lo que fue acusado de los presuntos delitos de homicidio imprudente, omisión del deber de socorro, conducción bajo los efectos de alcohol y drogas y falsedad documental. La juez que le tomó declaración lo envió el martes a prisión, aunque no son los únicos cargos que el hijo de un conocido multimillonario inglés asentado en Marbella afrontará en un futuro inmediato.

Tanto él como Porter están procesados por otro juzgado de esta localidad por un presunto delito de detención ilegal agravada sobre Agnese Klavina, la joven letona que desapareció el 6 de septiembre de 2014 tras subirse con ellos al coche de Capper sin el pleno consentimiento de ella. Los investigadores de la Policía Nacional, que dan por muerta a la joven a pesar de no haber hallado el cadáver, cuentan con otro vídeo grabado en el puerto de La Duquesa (Manilva) en el que, poco después de la desaparición, varias personas se dirigen al barco que la familia de Capper tenía atracado con una gran maleta.