El Ayuntamiento de Marbella no quiere que el segundo municipio más poblado de la provincia sólo sea conocido fuera de las fronteras malagueñas como un destino turístico de primer orden. Ahora se plantea crear una tecnópolis similar a la que con tanto éxito existe en la Costa Azul francesa, la Sophia Antípolis, que aloja a más de 1.400 empresas y da trabajo a unas 34.000 personas.

Ayer fue presentado un proyecto que se localizaría en el Valle del Guadaiza y que aspira a transformar la ciudad «a base de generar y de atraer talento innovador», según expresó el edil del Plan Estratégico, Miguel Díaz, encargado de presentar este acto en compañía del también concejal en el Consistorio y portavoz del equipo de gobierno, Javier Porcuna.

El Hospital Real de la Misericordia acogió una actividad enmarcada en el programa para poner en marcha el Plan Estratégico de Marbella 2022. «Marbelab nace como Ciudad de la Innovación y el Conocimiento. Es una iniciativa de carácter eminentemente estratégica, que persigue implantar en Marbella la cultura de la Innovación, atrayendo el talento científico de una universidad de gran prestigio internacional, y el máximo talento empresarial, tanto nacional como internacional.

De hecho, con la tecnópolis gala ya mencionada como referente, el espacio podría también acoger a miles de investigadores y de estudiantes. En el caso del recinto francés son unos 9.000 en total y los empleados corresponden a 63 nacionalidades diferentes. Para el futuro de Marbelab se baraja una extensión inicial cercana a 300.000 metros cuadrados, con hasta 400 empresas y unos 14 centros de I+D, con 10.000 empleos de carácter directo y no menos de 200 proyectos innovadores vivos en cada instante. «Con ese tamaño se generaría una actividad anual de unos 1.000 millones de euros», señalaron los técnicos a este periódico durante la presentación.

En el Campus Universitario Marbelab se obtendrían nuevas titulaciones, orientadas a las necesidades actuales del mercado y dentro de la Nueva Economía: Telecomunicaciones, Electrónica e Informática; Ciencias de la Vida (Salud, Biotecnología, Farmacología); Economía Verde (Nuevas Energías, Medioambiente, Cambio Climático), y Economía Azul (todo lo relacionado con el mar). Al mismo tiempo se dedicarían unos 80.000 metros cuadrados para alojar a 4.000 estudiantes de grado y no más de 1.000 de postgrado. Ofrecería unos 15 estudios de grado y 25 programas de máster oficiales.

Los beneficios directos para la ciudad costasoleña serían, en una primera fase, la atracción de nuevas empresas e inversores, tanto nacionales como internacionales, la generación de oportunidades de negocio y empleo, la conexión de la ciudad con las redes globales de intercambio de conocimiento y la proyección de una nueva imagen internacional, basada en una ciudad más moderna, tecnificada y sostenible, argumentó el propio Miguel Díaz antes de que comenzara una mesa redonda sobre el presente, pasado y futuro estratégico de la ciudad. A la misma asistieron el alcalde de la ciudad, José Bernal (PSOE), y expertos de la talla del arquitecto José Seguí, o del propietario del Grupo Villa Padierna Hotels & Resorts, Ricardo Arranz.