El exalcalde de Marbella Julián Muñoz volvió ayer a pedir perdón en su derecho a la última palabra del juicio por el caso Goldfinger, que quedó ayer visto para sentencia. Además, reiteró: «En ningún momento creí que estuviera cometiendo delito».

«Me arrepiento si he cometido delito y, como siempre, pido perdón», insistió el exregidor marbellí, quien, además, agradeció a la Sala encargada de juzgar este caso el haberle permitido no acudir a todas las sesiones de juicio «dada mi situación de enfermedad».

En esta causa se han investigado las operaciones urbanísticas y financieras realizadas en relación con la parcela donde estaba ubicada la casa en Marbella del actor Sean Connery y su mujer, que no han sido juzgados, aunque ella sí está acusada en un procedimiento aparte.

La vista oral comenzó el pasado 11 de enero con las cuestiones previas y en ese momento eran 18 los procesados, aunque la Fiscalía Anticorrupción en Málaga retiró la acusación para cuatro de ellos, en concreto dos asesores fiscales y dos apoderados.