­La oficina principal de Correos en Marbella, situada en la calle Jacinto Benavente nº 14, acoge estos días una exposición itinerante con motivo del 300 aniversario de la entidad.

La muestra, compuesta por una serie de paneles con diferentes hitos de la historia postal, se podrá visitar hasta el 24 de noviembre en el horario habitual de la oficina, de lunes a viernes de 8.30 a 20.30 y los sábados 9.30 a 13 horas.

La exposición muestra los principales cambios de Correos desde su nacimiento en 1716 como servicio público administrado por la Corona.

Entre los hitos de su trayectoria se recoge el nombramiento de los primeros carteros urbanos en 1756, la aparición del sello como medio de franqueo (1850), la introducción de los servicios telegráficos y telefónicos en España (1855 y 1884), y otros cambios más recientes como la dotación de PDA a todos los carteros (el primer operador del mundo en hacerlo), la puesta en marcha de sistemas innovadores para recibir paquetes en casa con dispositivos automatizados como HomePaq, entre otros.

La organización del correo en España se debe a los romanos. Ya en la Edad Media, los reinos en los que se dividió España crearon sus propios sistemas de correo.

La organización postal en España se transformó con la unificación de los reinos con los Reyes Católicos, el descubrimiento de América y la ampliación de territorios en Europa durante el reinado de Carlos I.

La concesión del privilegio real del correo a la familia Tassis, centralizó en sus manos todo el orden postal. El 8 de julio de 1716, el correo dejó de ser una concesión del monarca para convertirse en una Renta Real: es el nacimiento de Correos como servicio público, un hito del que se ahora se cumplen 300 años.

En el XVIII, se mejoraron los caminos reales, se racionalizaron las tarifas, se construyó una Casa del Correo en la Puerta del Sol y se nombraron los primeros carteros. En el XIX, el ferrocarril acortó los tiempos de entrega de la correspondencia y los sellos de franqueo en 1850 abarataron y universalizaron un servicio que revolucionó la telegrafía eléctrica primero y las nuevas tecnologías después.