­El sindicato CSIF denunció ayer la existencia de roedores, cucarachas, moscardones y pulgas en el Juzgado de Primera Instancia número 5 de Marbella, ubicado junto a otros órganos judiciales, el SCAC y el Registro Civil, en la avenida Arias de Velasco. Fuentes judiciales explicaron que hace unos días el personal de mantenimiento colocó trampas para ratas, por lo que los cuerpos en descomposición estarían generando un hedor que provoca náuseas y dolor de cabeza en los funcionarios.

«Se ha procedido al hallazgo de moscardones, cagadas de ratas, que están provocando náuseas por el fuerte olor que impide la normal respiración para el personal funcionario que habita en dicha sede judicial», asegura la delegada de Prevención de Riesgos Laborales de CSIF Málaga, Carmen Gálvez, en un escrito remitido a la Delegación de Justicia e Interior de la Junta en Málaga.

CSIF asegura que no se puede precisar en este momento qué es exactamente lo que ocurre, pues personal de la oficina «han detectado productos tóxicos de matarratas, que están provocando fuertes y desagradables olores incompatibles con la respiración, desencadenando un cuadro clínico en los trabajadores consistente en dolor de cabeza y náuseas». Gálvez prefiere no pensar «que se estén utilizando productos tóxicos sin conocimiento del secretario judicial y los funcionarios», ni tampoco de los delegados de Prevención de Riesgos Laborales.

El secretario comunicó a la delegación los hechos, dice CSIF, «llegando personal de mantenimiento y, al quitar el techo, cayeron cagadas de roedores y otros bichos». Considera esta dirigente de CSIF que las ratas y ratones pueden transmitir, a través de excrementos y la saliva, la leptospirosis (similar a una gripe), hantavirus (al mezclarse la orina, la saliva y los excrementos del animal con la atmósfera por medio del aire y el polvo) y triquinosis, una enfermedad parasitaria.

Piden la desinfección urgente

CSIF asegura que no quiere crear alarma social, pero solicita que «a la mayor brevedad y urgencia posible, se proceda a la desinfección de las zonas afectadas, con evacuación del personal funcionario, en caso de ser necesario, para garantizar la salud de los trabajadores». Manuel Postigo, delegado de CSIF Málaga, asegura que el problema afecta a todo el edificio, aunque más a la planta menos dos, donde está este juzgado. Unos cien funcionarios trabajan en esta sede y cientos de personas acuden cada día al inmueble.