­Tres familias fueron realojadas ayer en el albergue África de Marbella tras sufrir inundaciones en sus viviendas, situadas en la calle Rafael Alberti, en San Pedro Alcántara, justo en la desembocadura del río Guadaiza, que se desbordó. «Tenía el temor de que volviera a entrar el río, es pánico», recuerda Lola Heredia, una de las afectadas.

Heredia, vendedora ambulante, comenta cómo lo primero que hizo fue sacar su furgoneta de la zona, con lo que pudo salvar la mercancía. Al regresar a su casa a recoger los enseres, el agua del río había subido hasta la cintura y su familia no podía salir debido al caudal de agua que descendía de la calle Pablo Picasso, por lo que ella, su marido, Basilio Flores, y sus dos hijos, de 13 y 18 años, tuvieron que ser rescatados. «Mi miedo eran los contadores de la luz», explica tras recordar el susto que había pasado porque «creía que nos ahogábamos».

La familia perdió parte de los enseres y los muebles de la vivienda, que quedó enfangada en cieno o lodo del río, por lo que no sabe cuándo podrá regresar, comentó Flores, quien advirtió de que «todo el agua que cae en San Pedro desemboca en Cortijo Blanco», que es la zona afectada.Moness Aarab es la madre de otra de las familias alojadas en el Albergue África, con dos menores de 4 y un año de edad. La afectada relató cómo en la madrugada del domingo comenzó a entrar agua en su vivienda, un local situado en los bajos de un bloque, por lo que fueron rescatados por Protección Civil. Su marido, Fourig Mriabet, contó que el agua les rompió el sueño, que tras abrir la puerta de la calle empezó a crecer casi a la altura de las rodillas.

El Ayuntamiento de Marbella puso en marcha junto al Plan de Emergencias los medios necesarios para alojar a las familias, que no saben cuándo podrán regresar a sus casas, por lo que se les proporcionará alimento, ropa y techo en el albergue África, hasta donde se desplazó la concejala de Derechos Sociales, Victoria Morales, que indicó que los trabajadores sociales de la delegación que dirige se pondrán hoy en contacto con las familias afectadas para facilitarles alimento, que podrán acudir a las cafeterías de los centros de personas mayores. A ello se suma la ropa que ha facilitado a los afectados DYA y los pañales para un bebé por parte del hospital Costa del Sol. La edil explicó que a pesar de los trabajos de adecuación que se han realizado en el río, el gran volumen de lluvia provocó que éste haya crecido tanto «que han habido viviendas afectadas, sobre todo casas bajas».

El Ayuntamiento de Marbella activó por la mañana el Plan de Emergencias Municipal para hacer frente a los diversos daños materiales en el término municipal, para lo que intervinieron más de 300 efectivos, según destacó el delegado de Seguridad Ciudadana. El dispositivo, integrado por Policía Local, Bomberos, Servicios Operativos y Protección Civil, dio respuesta a las incidencias ocasionadas por las lluvias y está siendo dirigido desde el Centro de Coordinación Operativa de Marbella (CECOP) en el Parque de Bomberos de Marbella.

Entre las zonas más afectadas destacaban las riberas de los ríos, donde se han desbordado el Guadaiza, el Guadalmina y un arroyo en Las Chapas; se habían cerrado los túneles de acceso al municipio, en concreto el del Arco de Marbella, el de Guadalmina, el de El Fuerte y el de Puerto Banús. Asimismo en el barrio Plaza de Toros, en Marbella, las lluvias ocasionaron el desprendimiento de una zona común en un bloque de pisos situado en la avenida Reina Victoria. Además, se realizaron varios rescates, como el de dos familias, que habían sido desalojadas de su vivienda; un hombre que estaba atrapado desde anoche en la zona de Los Rojos y varios animales en el Carril del Butano y Valle del Sol.

También se habían caído varios muros, como en el Parque Vigil de Quiñones o el desprendimiento del jardín de una vivienda, en la calle Santa Ana, según el edil. «Los efectivos están trabajando desde esta madrugada y eso permitió activar con mucha diligencia el Plan de Emergencias Municipal a primera hora de la mañana», indicó el edil de Seguridad Ciudadana, Javier Porcuna, que incidió en la necesidad de que los ciudadanos respeten los precintos en las zonas balizadas «para evitar que algún vehículo se pueda quedar atrapado».