­La Audiencia Provincial ha absuelto al mando de la Policía Local marbellí que ejercía como jefe de servicio en la madrugada del 11 de septiembre de 2005. La Fiscalía lo acusaba de coacciones y omisión del deber de perseguir delitos por haber tratado de que sus compañeros dejaran en libertad al sobrino de la entonces alcaldesa, Marisol Yagüe, que había sido detenido a las dos de la mañana por conducción temeraria y atentado contra los agentes de la autoridad.

El joven fue detenido por una pareja de funcionarios por la supuesta comisión de un delito de conducción temeraria con su BMW junto a la rotonda de la gasolinera que hay junto al hotel Don Miguel. También fue arrestado por un delito de atentado presuntamente cometido contra los agentes que le dieron el alto.

«Ha quedado igualmente probado que hasta dicho lugar se desplazó el acusado, a la sazón jefe de servicio del referido cuerpo policial, quien se puso en contacto con el entonces jefe de la Policía Local, Rafael del Pozo, también imputado; pero no ha quedado puesto de manifiesto que el acusado transmitiera el parecer de dicho jefe ni diera instrucciones u órdenes a los policías para que procedieran a poner en libertad al detenido», considera probado la Sala.

Tampoco ha quedado demostrado que dichas órdenes se llevaron a cabo en las dependencias policiales a donde fue conducido el detenido, «dependencias en las que no fue inscrito en el libro de registro ni se levantó atestado o se formuló denuncia por los citados agentes policiales antes de que el arrestado fuera puesto en libertad por decisión de persona distinta al procesado», añade la Sección Tercera de la Audiencia.

La Fiscalía pidió para el agente un año y nueve meses de cárcel por un delito de coacciones, mientras que la acusación particular, ejercida, por cierto, por uno de los dos agentes que detuvo al sobrino de Yagüe, solicitó dos años de cárcel y nueve de inhabilitación por prevaricación, omisión del deber de perseguir ilícitos y coacciones, lo que desechó la Sala en sus argumentos.

Los dos agentes que arrestaron al joven afirmaron que, tras detenerlo, este les dijo que «ya sabían lo que podría pasar», pero el resto de testigos dio otro testimonio diferente. Por ejemplo, el acusado niega que nadie les transmitiera la orden de dejarlo libre y la exalcaldesa de Marbella, ahora en prisión por el caso Malaya, aseguró haberse enterado de lo sucedido por un periodista al día siguiente. Del Pozo negó haber dado instrucción alguna y el resto de los funcionarios que comparecieron se expresaron en similares términos.