Convertir los hospitales en estancias más humanas para los pacientes y sus familiares. Ése es el objetivo del proyecto HUCI (Humanizando las Unidades de Cuidados Intensivos), que nace de la mano de un grupo de médicos y de profesionales como Mónica Ferrero, diseñadora de interiores afincada en Marbella, que pretenden mejorar la estancia de los pacientes, las familias y del personal sanitario.

Miembro del Centro de Iniciativas Turísticas de Marbella, Mónica Ferrero, explica que la idea es «sustituir las tradicionales salas de espera por salas de estar» en las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) con la generación de un «ambiente cálido, amable y acogedor», una experiencia piloto que ya se ha desarrollado en el Hospital Universitario de Torrejón, en Madrid.

Así, la sala de espera de la UCI del centro hospitalario madrileño cuenta con tres espacios diferenciados: la propia zona de espera, donde se han eliminado las bancadas y se han instalado sillas enfrentadas en forma de L «para que cada familia tenga su espacio»; una zona común versátil con mesas de comedor y sillas para la reunión de las familias, y una zona privada separada por biombos con siluetas de casas «para que se sientan como en casa», para que «las familias que se encuentran en situaciones más complicadas puedan estar en ese espacio más tranquilamente».

Ferrero señaló que las familias son las grandes olvidadas, por lo que la humanización de las salas de espera contempla acciones como el «acondicionamiento de espacios» donde predominen la comodidad y el confort, despachos para informar frente a la comunicación de información sensible en pasillos o las escuelas de pacientes, que se realizan con familiares.

La iniciativa forma parte del proyecto HUCI, que nace tras la reflexión del especialista en Medicina Intensiva en el Hospital Universitario de Torrejón, Gabriel Heras, sobre los resultados del trabajo de las unidades, donde el 90% de los asistencias son satisfactorias, «dan vida», y al que se han ido sumando diversos particulares.

El concepto de humanización implica «cuidar lo invisible» y fomentar «un trato más humano hacia los pacientes, las familias y los cuidadores», explica Mónica Ferrero. Mejorar las condiciones del personal sanitario de las UCI es uno de los objetivos del proyecto, que implica contar con psicólogos en las unidades para «rebajar el nivel de tensión» o la creación de espacios de trabajo funcionales tanto para el desarrollo de tareas administrativas, de descanso, como de las UCI.

Para humanizar la atención al paciente, HUCI propone aspectos como «llamarlo por su nombre, que no sea un número», salvaguardar su intimidad mientras esté ingresado en la unidad a la hora del lavado o el vestido, dotarle de confort higiénico o acústico, mantener los ritmos circadianos mediante la luz o dar «paseos que curan».

Asimismo, se propone que el paciente cuente con televisión o conexión wifi para su distracción, precisó Mónica Ferrero quien prepara un proyecto para trasladar sus ideas a hospitales de la provincia de Málaga.