En su casi siglo y medio de historia, San Pedro Alcántara ha pasado de ser una colonia agrícola a una sociedad de servicios que necesita desarrollar la zona sur para destinarla a uso hotelero y generar riqueza junto a la ribera del Guadaiza, dos zonas de desarrollo de cara al futuro, según el historiador José Luis Casado.

Este investigador de la historia de San Pedro considera que «si un nuevo plan general proyecta la construcción de hoteles en San Pedro sería muy positivo». «Un nuevo plan urbanístico permitiría en la zona que falta por desarrollar, desde el bulevar hacia la playa, la construcción de hoteles». Apunta también a la ribera del río Guadaiza como zona de desarrollo futuro «de forma racional y respetuosa con un pequeño parque tecnológico o centros de actividad económica».

El experto explicó que el desarrollo urbanístico de San Pedro ha estado siempre ligado a la relación de «marginalidad» que ha mantenido con Marbella. Considerado a nivel administrativo como barrio o núcleo poblacional, el historiador defiende que es una ciudad por tener en la actualidad más de 10.000 habitantes y dedicarse al sector terciario.

En este sentido, señaló que el plan del 86 no ha permitido desarrollar la zona: «Los terrenos más preciados son considerados por el PGOU de 1986 como zona rústica», lo que en su opinión ha imposibilitado la construcción de hoteles. Además, apuntó que sólo se han construido «viviendas ilegales» en los tiempos del GIL.

El historiador relató que en los años 60 del pasado siglo San Pedro Alcántara participó del boom demográfico y urbanístico común de la Costa del Sol bajo la ambigüedad de las normas urbanísticas, lo que provocó el desarrollo de «construcciones un poco irregulares», creando zonas de expansión como el barrio de los catalanes, al norte, donde las viviendas eran autoconstruidas. También surgen los primeros barrios obreros como el de Divina Pastora, lo que origina que «la población carezca de servicios como zonas verdes, colegios y otros equipamientos comunitarios». Ya en el período democrático, a partir de 1979, los ayuntamientos acometen mejoras de infraestructuras en el alcantarillado, el asfaltado y la construcción de colegios al aumentar la población, «quedando sin urbanizar los mejores terrenos, al sur de la Carretera Nacional 340», hoy soterrada, por donde discurre la A-7, un «elemento distorsionador de la articulación norte- sur». Para Casado «el alejamiento del núcleo de poder de Marbella impide que San Pedro se desarrolle de una forma más armónica y repercutió de forma negativa en la riqueza para los sampedreños».Orígenes

Los orígenes de San Pedro se enmarcan en 1857, cuando un reputado militar y miembro del Partido Liberal, Manuel Gutiérrez de la Concha, Marqués del Duero, compra una finca repartida entre los términos municipales de Marbella, Estepona y Benahavís con 3.000 hectáreas en uno para desarrollar su proyecto empresarial, relacionado con la caña de azúcar. Para ello, «inicialmente construyó un caserío y tres calles con unas 150 casas, la iglesia y una casa de administración», quedando fundado en 1860, siendo las primeras calles Marqués del Duero, Pizarro y Lagasca con pobladores de la Serranía de Ronda, Marbella, Estepona o Istán.

La demografía del terreno, rodeado por los ríos Guadaiza, Guadalmina y Guadalmansa, así como su llanura, hicieron el Cortijo de Guadaiza el lugar idóneo para desarrollar la actividad cañera, donde existió de manera anterior en 1823 una antigua fábrica de azúcar, conocida como el Trapiche de Guadaiza, donde hoy se eleva el centro cultural.

En mayo 1871 abre la fábrica de El Ingenio para amortizar costes, ya que el traslado del azúcar a Málaga encarecía el producto, un período en el que tiene que pedir préstamos. En septiembre muere su esposa, la condesa de Cancelada, y sus bienes pasan a la hija, Petra de Alcántara, que da nombre a la nueva población, que vende la fábrica a los principales acreedores, Luis de Cuadra y Joaquín de la Gándara. Con ello, se abre un nuevo período para el latifundio, quedándose la familia Cuadra las acciones y construyen en 1885 la Villa de San Luis, actual Tenencia de Alcaldía, donde se introdujo maquinaria de vapor. Un tercer período llegaría con el uso de la remolacha para la extracción de azúcar a finales del XIX, lo que desplaza a la caña, lo que produce el cierre de fábricas y la liquidación de sociedades. En 1903 el hijo de Luis Cuadra vende la fábrica de El Ingenio a la Sociedad General Azucarera de España, accionista de ésta, que es cerrada finalmente en 1915, aunque se mantiene la actividad como destilería de alcohol hasta 1930, mientras en la finca «experimentan nuevos cultivos de caña, algodón, tabaco u hortalizas».

Ya en 1930, la finca es vendida por parcelas y el empresario Norberto Goizueta compra 300 hectáreas para el desarrollo de la actividad agrícola y ganadera, que en los años 60 se destinará al turismo con la construcción de la urbanización Guadalmina, donde San Pedro se suma al desarrollo de la Costa del Sol y pasa a ser una sociedad de servicios.

José Luis Casado historiador de San Pedro

José Luis Casado es un licenciado en Historia que ha ejercido durante años como docente en la Escuela de Adultos de San Pedro Alcántara, destinando parte de su tiempo a investigar su historia, que plasma en el blog Rosa Verde.