El mercado gourmet Abastos & Viandas abrió ayer sus puertas de cara al público con una variada oferta de productos de calidad a precios asequibles, un espacio gastronómico compuesto por 14 puestos localizado en pleno corazón de Marbella y enfocado al cliente local, según destacó el impulsor del proyecto, Paco Gómez.

El mercado está ambientado en la memoria de Marbella con un diseño vanguardista que recoge símbolos característicos de la ciudad y en el que conviven tradición, historia y novedad plasmados en la representación de macetas en paredes encaladas que confluyen con puestos de estilo minimalista. El concepto de negocio está basado en mercados conocidos como los de San Miguel o Platea, en Madrid, pero presenta una peculiaridad en el servicio. «Como cualquier mercado gourmet, puede venir el cliente al puesto, comprar el producto y llevárselo a la mesa o puede sentarse y un camarero le ofrece la carta de todos los puestos y elegir. Se lo llevamos a la mesa y después paga al camarero, no tiene la incomodidad de ir puesto por puesto pagando cada vez que pide».

Entre los productos que el cliente podrá encontrar en el espacio gastronómico destacan los encurtidos, el pescado frito, cocina italiana o japonesa, carnes o platos sin gluten compuestos por «cordero, cochinillo o bacalao, pero con la garantía de que no hay ni una traza de gluten en la elaboración de esos productos». Además, pueden degustarse ibéricos y quesos de primeras marcas, cocina tradicional de arroces, huevos estrellados, croquetas o flamenquines o una «carta fantástica de comida natural» elaborada con frutas y verduras, una oferta gastronómica a la que se «irán incorporando platos de cuchareo».

Acogida sorprendente

Gómez valoró como «sorprendente» la buena acogida que ha tenido el espacio gastronómico, que a las 13 horas de ayer presentaba un dinámico ambiente con gente consumiendo en las mesas, comprando en los puestos, así como se acercaron hasta al céntrico edificios curiosos y visitantes a chequear el mercado.

En cuanto a las expectativas, el empresario señaló que no se ha marcado un objetivo numérico, sino a nivel de satisfacción: «Queremos que el cliente se vaya a gusto y sabemos que los primeros días no daremos le servicio ideal que todos esperamos, pero tendremos que ir cogiendo rodaje. Lo que queremos es que el cliente se vaya contento». El nuevo mercado gourmet espera así ser un foco de atracción para el consumidor local, ya sea extranjero o nacional, pero dirigido «al residente en Marbella, por eso los precios son muy razonables», refirió Gómez, donde se pueden degustar copas de vino por 2 euros, cañas a 1,50 ó una ración de pescado frito a 10 euros. «No porque sea un mercado gourmet tiene que ser carísimo», concluyó.