Los hosteleros comenzaron a ocupar ayer los laterales de la céntrica plaza de los Naranjos de Marbella, reservando así la zona central del enchinado para el disfrute ciudadano, después de que la Junta Local de Gobierno aprobase el pasado martes las nuevas autorizaciones, una decisión que el equipo de gobierno considera la más ecuánime pero que no termina de satisfacer a todos.

Así lo valoró ayer el concejal de Comercio, Manuel Morales, quien destacó que la Delegación de Vía Pública «ha enviado a los inspectores para reordenar» el espacio según las nuevas autorizaciones, otorgadas con vistas a ser definitivas «a expensas de ver si hay que hacer alguna modificación». En este sentido, el edil indicó que todo aquel que quiera «presentar alguna modificación o sugerencia lo puede hacer a través de Vía Pública».

El concejal señaló que se han suprimido tres isletas de mesas, dos de la parte central del enchinado y la de acceso a la calle Valdés. «Todo eso se ha dejado libre para el paso de vecinos y turistas y se han instalado bancos en el centro de la plaza para que la gente pueda sentarse, disfrutar y tomar el sol». Además, se instalarán papeleras y se acometerán «otras actuaciones para embellecer la zona».

Por su parte, la mayoría de los hosteleros consultados ayer por este diario no están conformes con la nueva distribución de mesas y sillas a lo largo y ancho de la plaza, ya que todos han perdido metros para colocar mesas, aunque se mostraron satisfechos por el hecho de poder volver a montar las terrazas antes de la Semana Santa. «Es como si me hubieron quitado un peso de encima», comentaba un hostelero cuando recibió ayer la notificación del Ayuntamiento de que podía instalarse en la plaza tras la incertidumbre de estos meses.

Muchos hosteleros aseguran que no han contratado personal eventual para estos días hasta no conocer la nueva distribución de mesas y sillas en la plaza, mientras que otros piden una reunión con el Ayuntamiento para trazar una redistribución del espacio.

Es el caso de Gervasio, del Café Central, quien asegura que ha perdido unas 12 mesas, por lo que tendrá que despedir a gente.

En este sentido, el concejal de Comercio, Manuel Morales, señaló que «se han perdido metros; a todos les parece que la situación podría mejorar, pero la mejora de uno supone el perjuicio de otro. Vamos a dejar que esto empiece a funcionar y ya valoraremos si hay que hacer alguna modificación puntual o completa de la distribución adoptada».