El Hotel Escuela Bellamar de Marbella, perteneciente al Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE), cumple 50 años formando a profesionales de la hostelería de todos los rincones de España, con una oferta formativa que han cursado más de 35.000 alumnos y con una tasa de inserción laboral que roza el 75%, «lo que ha contribuido a reducir las listas del paro estos años».

Así lo puso de manifiesto el subdelegado del Gobierno, Miguel Briones, que presidió el acto del 50 aniversario de la Escuela de Hostelería y Turismo Bellamar, al que asistieron el director en funciones del SEPE Manuel Pérez, la directora de la escuela, Carmen Sánchez, y el responsable de Turismo de Marbella, Miguel Luna.

El sector terciario y el mercado local han cambiado mucho desde que en 1967 esta vieja escuela abriera sus puertas albergando en sus instalaciones a una juventud proveniente del interior de la provincia de Málaga, principalmente de la Serranía de Ronda, que se enfrentaba a la incipiente industria turística, y desde entonces no ha hecho más que crecer.

Miles son los graduados que han pasado por las barras y cocinas del Hotel Escuela Bellamar, entre ellos Pablo Fernández, ganador del Premio Mejor Sumiller de Galicia en 2014. En la actualidad, el centro oferta cinco cursos formativos, entre ellos dos de cocina, uno de operaciones básicas de cocina, uno de servicio de restaurantes, otro de recepcionista de hotel y el de Operaciones básicas de pisos, según explicó la directora del centro, Carmen Sánchez.

La propuesta partió de empresarios del sector hacia el Ministerio de Trabajo, y fue desarrollada por el Programa de Formación Profesional Obrera en 1967. En sus inicios, fue un hotel de unas cincuenta habitaciones, llamado Hotel San Nicolás, que entre 1969 y 1970 se trasladó a las actuales instalaciones al quedarse pequeño y finalmente cerró en 1993, después de transferir el Estado las competencias en materia de formación ocupacional a las comunidades autónomas.

En el centro se realizaban prácticas las 24 horas del día bajo la dirección de Daniel Morote desde 1970 hasta 1983, con dos y, posteriormente, tres cursos de cada especialidad funcionado al mismo tiempo, que concluían con prácticas reales en el hotel.

Así, ayudantes de cocina, cocineros, animadores turísticos, gobernantas, maitres o sumilleres se han formado durante cinco décadas en esta escuela que ofrecía cursos de distinto nivel en función de la capacidad y la experiencia de los demandantes, hasta cursos de especialización donde los candidatos debían presentar un perfil determinado y estar instalados en las distintas profesiones.

La apertura del hotel escuela al exterior se produjo en los 70. Veinte años después, eran más de 40 los países a los que había ofrecido tecnología y ayuda, como China o Bulgaria, siendo uno de los proyectos destacados el Hotel Escola Andalucía de Maputo (Mozambique).

En 1983, en la misma parcela y de manera anexa se levantaron las actuales instalaciones. Diez años después el Hotel Escuela Bellamar se convierte en el Centro Nacional de Turismo y Hostelería. Estando en obras de remodelación desde 1986, el INEM decide reorientar el proyecto y cierra el hotel de prácticas, siendo la nueva misión desarrollar labores de I + D y cursos pilotos y experimentales.

En los 90 comienzan las retransmisiones de cursos de cocina a través de videoconferencia, la grabación de la serie Dieta Mediterránea o la impartición del seminario hispano británico de Empleo.

La trayectoria formativa a nivel europeo se amplía al ser el organismo público que representa al país en reuniones sectoriales mundiales, siendo el programa Eurocualificación un punto de inflexión, del que Bellamar fue designado el coordinador europeo.

Desde entonces, Bellamar ha emprendido el camino de la gestión del conocimiento e iniciado la investigación e innovación en todas las iniciativas o necesidades de la formación turístico-hotelera afrontando la era digital.