­Marbella inicia la temporada alta con un aumento de la ocupación hotelera registrada en las festividades del Puente de Mayo (84%) y la Semana Santa (95%), con unas cifras que hacen augurar un verano espectacular en cuanto a niveles de ocupación y número de turistas.

Así lo destacó el responsable del área de Turismo, Miguel Luna, quien manifestó a este diario que durante el Puente de Mayo la ciudad ha registrado una ocupación hotelera media del 84%, lo que implica un incremento de las estancias del 1% respecto al mismo período de 2016, según el sondeo de la delegación de Turismo.

Las inclemencias del inicio de la festividad primaveral no han dado al traste con las previsiones de ocupación, y a pesar del mal tiempo registrado el sábado, el resto del puente se ha desarrollado con temperaturas suaves que han permitido a los visitantes disfrutar de las bondades de la ciudad, siendo predominante la presencia de visitantes nacionales.

Por comunidades autónomas, Luna destacó la visita de turistas de Madrid y del País Vasco, seguidas de Castilla La Mancha y Andalucía; y en cuanto a turistas internacionales, incidió en la presencia de viajeros británicos como los más numerosos, a los que suceden turistas alemanes y escandinavos.

Un comportamiento similar del turismo se ha registrado durante la Semana Santa de 2017, con una tasa media de ocupación hotelera del 95%, registrándose picos del 100% durante los días festivos como son el Jueves Santo, el Viernes y Sábado santos, mientras que de lunes a miércoles, incluido el Domingo de Resurrección, se ha registrado una tasa de ocupación del 82%, aseguró el responsable del área.

Ello supone una mejora respecto a 2016, cuando se registró en la ciudad una tasa media de ocupación del 80% durante la Semana de Pasión, alcanzando el 90% los días clave y por debajo del 80% de Lunes a Miércoles santos.

Como sitios más visitados, el responsable del área apuntó a Puerto Banús y el casco antiguo de Marbella, además de las playas, aunque incidió en la variada oferta turística de la ciudad, que aglutina además de su oferta de sol y playa la posibilidad de disfrutar de un turismo de naturaleza, náutico, de golf, de experiencias gastronómicas o de pasos procesionales.

Actualmente, la delegación calcula en un 80% la ocupación hotelera que la ciudad va a registrar a lo largo del mes de mayo, y que junto a los buenos resultados de las festividades hacen prever un alargamiento de la temporada alta más allá de los meses de junio y septiembre, como ya sucedió el pasado año, recalcó Luna.

«Las previsiones para el verano son muy buenas», según manifestó Miguel Luna, quien sustentó estas estimaciones en el mercurio turístico que supone la llegada de la Semana Santa y los buenos resultados obtenidos respecto al 2016, así como la recuperación del turismo nacional.