El Ayuntamiento de Marbella solicitará a la Dirección General del Catastro de forma voluntaria la revisión de los valores catastrales a la baja para ajustarse al mercado, lo que repercutirá previsiblemente en una reducción de ingresos de unos cuatro millones de euros para las arcas públicas en la recaudación del próximo ejercicio en concepto del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), según anunció ayer el concejal de Hacienda, Manolo Osorio.

El edil destacó en rueda de prensa que la petición responde a la intención del equipo de gobierno de «reducir la presión fiscal que tienen todos los ciudadanos» ya que la revisión afectaría a todos aquellos impuestos relacionados con el valor catastral de la vivienda. El objetivo es reducir el índice corrector que corresponde a Marbella, que es del 0,91% según estipula la Dirección General del Catastro, remarcó.

En este sentido, Osorio explicó que, según un estudio realizado de la repercusión económica que tendría la aplicación de la revisión, en 2018 el Ayuntamiento recaudará 4 millones de euros menos en concepto de IBI, en concreto 129 millones de euros.

Ello se debe a que según la actualización del valor catastral por la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que hubo en su momento en 2010 tiene un incremento anual del 10%», por lo que la ciudad ingresará este año 123 millones por el cobro del IBI y133 el próximo año si se mantienen los mismos valores, detalló.

No obstante, el Ayuntamiento valora aplicar una bajada del tipo impositivo (que aplica para calcular el recibo del IBI en función del valor de la vivienda), para reducir al máximo la presión fiscal: «Una vez que tengamos estudiado para el próximo año los ingresos, volveremos a tocar ese tipo impositivo que tenemos hoy por hoy en el 0,76% para dejar la recaudación al mínimo», apuntilló.

El responsable de Hacienda añadió que este año «los ingresos por IBI han sido un millón de euros menos que el ejercicio anterior, es decir, que seguimos cumpliendo esa promesa de rebajar al máximo en la medida de nuestras posibilidades» los impuestos.

Al mismo tiempo, recordó las restricciones de la Ley de Equilibrio Presupuestario, que «nos limita a que toda la bajada tenemos que repercutiría también en los gastos corrientes».

Asimismo, Osorio indicó que tras aprobarse en el pleno de abril el texto refundido del PGOU de 1986 se abre una segunda vía para revisar los valores catastrales, una decisión que deberá tomar el catastro, y que responde a la tramitación correspondiente para dar por informado al organismo de la anulación del PGOU de 2010 y la entrada en vigor del Plan de 1986, cuya documentación ya ha sido remitida.

Osorio destacó que Marbella ha solicitado la revisión de los valores catastrales de manera voluntaria al ser una posibilidad que permiten los presupuestos Generales del Estado (PGE), por lo que espera que estos se aprueben para su aplicación.

Por su parte, el portavoz del equipo de gobierno, Javier Porcuna, señalo que la revisión de los valores catastrales repercutiría en todos los impuestos relacionados con el valor catastral de la vivienda, como el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), la plusvalía o el Impuesto de Transmisiones, por lo que «se pagaría menos porque se ajustaría el valor de la vivienda a la realidad actual, en la que se ha experimentado una rebaja del valor de la vivienda a nivel general».