­Carlos Díez de la Lastra es el director de la Escuela de alta dirección hotelera Les Roches Marbella, un centro educativo que aglutina a 550 alumnos de más de 70 nacionalidades y que se ha incorporado como miembro a la Organización Mundial del Turismo con el fin de contribuir a la sostenibilidad del turismo mundial. El experto aclara algunos conceptos y analiza la situación de la ciudad.

¿Qué se entiende por turismo sostenible?

Originalmente cuando se acuñó el término hace 10 ó 15 años nos referíamos a un turismo que fuese sostenible con el medio ambiente entendido más como eficiencia energética, que no afectase a la contaminación de los ríos, del mar o a la tala de los árboles. Ahora el término se está utilizando para explicar una preocupación distinta, que es la sostenibilidad de la cultura, el alma y el espíritu de una ciudad turística.

¿Cómo influye la economía colaborativa en la generación de un turismo de masas?

Las nuevas plataformas tienen una agilidad nunca vista. Ahora la demanda que surge en tres meses puede ser cubierta en tres meses con una mayor oferta de privados utilizando. Eso está acelerando a tal nivel los movimientos de turistas hacia cientos de destinos turísticos muy atractivos que está afectando incluso a la propia naturaleza de la ciudad.

¿En qué situación se encuentra Marbella?

Marbella está un poco protegida comparada con otras ciudades por el nivel adquisitivo y el tipo de cliente que viene, que tiene un nivel más alto que en otras zonas y espera un nivel de servicio mayor.

¿Y el alquiler vacacional?

Hay muchas casas que se están alquilando pero es difícil que por el tamaño que tiene Marbella y el tipo de oferta cambie mucho de idiosincrasia la ciudad porque Marbella no se ha definido nunca por atraer al turista por su cultura típica de ciudad. Marbella siempre ha sido un crisol de culturas, entonces esa sostenibilidad se va a ver menos resentida.

¿Qué efectos negativos está produciendo la demanda de este tipo de alojamientos en la ciudad?

Uno, que cambia la vida en la ciudad porque expulsan al que crea la cultura autóctona para dejarle hueco al turista, y dos, que altera el equilibrio de costes y oportunidades de acceso a la vivienda al propio usuario de Marbella.

¿No existen núcleos de masificación turística?

Las ciudades de la Costa del Sol tienen la suerte de que juegan distintos roles, se reparten un poquito el perfil de turista, entonces creo que en Marbella no hay una sensación de percepción de masificación de cierto tipo de turistas ahora mismo, seguro que en el casco urbano de Marbella están teniendo un poquito de ciertos alquileres urbanos, pero es difícil que la sensación sea la misma que están teniendo en otras ciudad.

¿Hay una industria turística sostenible?

Marbella tiene una industria turística sostenible en términos de no afectar a la propia cultura de la ciudad. Yo creo que Marbella es de la que menos está viéndose afectada por ese cambio de vida de ciudad.

¿En sostenible en materia de medio ambiente?

La propia ciudad necesita más inversión, sobre todo en sus playas para estar al nivel del posicionamiento turístico que tiene Marbella y obviamente, si no tienes una estructura preparada para ello el medio ambiente se resiente porque el volumen de turistas que tiene Marbella y el nivel exigen un cuidado impecable. También hay que reforzar el cuidado de las zonas verdes y la sensación de Marbella como un turismo integrado con el medio ambiente.

¿Cómo tiene que ser el desarrollo de la industria turística para ser sostenible de cara al futuro?

Responder a la expectativa de valor diferencial que tiene Marbella como sector de turismo de lujo. La apuesta se la dice la realidad, apostar por un turismo de mayor nivel adquisitivo que genere una inercia aspiracional en la Costa del Sol que traiga turistas a todos los niveles.

¿Tendría sentido aplicar una tasa turística en la ciudad?

Una tasa sin un plan director que genere unos beneficios claros al sector no le veo sentido, si hay un plan estratégico con unos compromisos de inversiones que estén asociados a esa tasa y se esté de acuerdo por parte de todo el sector privado, sí.