El hallazgo de centenares de peces muertos en la desembocadura del río Verde, en Marbella, hizo que en la tarde de ayer se abriera uno de los conductos de la presa de La Concepción durante unas horas para limpiar una zona del cauce donde el agua había quedado estancada e impedía su llegada al mar.

Según informó ayer la Administración autonómica, la Junta y el Ayuntamiento de Marbella colaboraron ayer para aclarar las circunstancias de este hecho y proceder a la retirada de los peces muertos, principalmente barbos y bogas. Así, la posible causa de estas muertes, según indicaron los primeros análisis realizados, se podría encontrar en un caso de anoxia nocturna, un fenómeno natural que se produce cuando desciende el nivel del río y los peces se quedan atrapados en aguas estancadas, por lo que no tienen oxígeno y terminan falleciendo.

La Junta indicó en un comunicado que las muertes se habían producido en un punto en el que el cauce del río había perdido caudal y por tanto contacto con el mar, por lo que los peces han terminado falleciendo por falta de oxígeno, tras quedar atrapados sin el oxígeno de las corrientes de agua.

Tras acudir los técnicos de Medio Ambiente al lugar y enviar un equipo para la retirada de los peces muertos, se decidió abrir La Concepción con el objetivo de limpiar los bancos de arena que impedían el contacto con el mar y limpiar también el caudal, donde el agua estancada estaba ya en mal estado y donde también se había detectado algún foco con aguas residuales.

El objetivo era hacer un desembalse de unos 0,2 hectómetros cúbicos en el río para aclarar la zona, mientras que técnicos del Ayuntamiento de Marbella se hacían cargo de la retirada de los peces para su eliminación en centros de tratamiento municipales, al tiempo que también se trabajaba en la retirada de los bancos de arena para volver a conectar la desembocadura con el mar.