Es un sector invisible, debido a que muchas de las empresas proveedoras de servicios incluso sacrifican su marca, al objeto de no eclipsar la del recinto que sirve de escenario para sus celebraciones. Pero la realidad es que la vertiente turística reservada a bodas y otros eventos cada vez pesa más en los balances contables que arrojan los alojamientos de lujo en la Costa del Sol. Así lo han puesto de manifiesto algunos de los más autorizados portavoces hoteleros durante el II Marbella All Stars Networking, celebrado en Los Monteros.

El chef ejecutivo del Hotel Villa Padierna, Manuel Navarro, señala que el turismo de bodas tiene motivos sobrados para reclamar su sitio, puesto que ya roza el 80% de la facturación de muchos establecimientos de primera línea. Es decir, que cuatro de las cinco partes del negocio de los mejores hoteles de la provincia se centran en estas actividades. A este aspecto contribuye, por ejemplo, que casarse en tierras costasoleñas es algo más que una moda consolidada entre numerosas parejas británicas.

«No es ya la clásica boda de un fin de semana para 200 invitados en Marbella y alrededores, sino que cada vez estamos intentando estirar más las estancias para que pueda ser toda una semana con vivencias únicas y exclusivas», indica Esteban Ferrón, responsable de Marbella Holiday Services. Su agencia está especializada en organizar «estancias vivenciales» a los turistas que aterrizan en cualquier punto de la Costa del Sol en busca de nuevas sensaciones.

Una de las pioneras del tan extendido concepto «wedding planer» en España, la joven emprendedora Sira Antequera, manifiesta que el sector de las bodas mueve cifras millonarias. Y pone como ejemplos enlaces de personalidades muy populares a los que ella misma ha atendido a través de su empresa, denominada Sí! Quiero.

Cada vez tienen un mayor protagonismo las asesoras de imagen, conocidas a través de sus trabajos en redes sociales o blogs, como son los casos de Inma Guerrero o Marina Llorca. Ambas remarcan la necesidad de que este sector esté cada vez más unido y pueda así reforzar su visibilidad. El empresario esteponero Alejandro González recuerda que en su establecimiento son posibles las bodas a pie de playa, como elemento que lo distingue de otras alternativas. Pero Marina recuerda que de poco sirven imágenes promocionales idílicas, de hoteles o restaurantes situados junto a la arena del mar, si luego las autoridades no se esfuerzan por tener las playas limpias y en un estado óptimo para disfrutarlas.

Otra reivindicación del sector la apunta la también empresaria Virginia González, dedicada a la instalación de plantas ornamentales y decorados florales en estos eventos. «Nos encontramos en un territorio que, frente a otras comunidades autónomas o países, pone muchas trabas normativas por parte de las autoridades cuando se trata de acceder a espacios monumentales o iglesias». Así se da la paradoja de que para una misma empresa, adentrarse por un espacio urbano restringido a la hora de descargar materiales, supone completar una misma solicitud una y otra vez, cada vez que se oficia una ceremonia en el recinto en cuestión. Lo lógico sería que hubiese permisos de temporada o permanentes, relatan.

Nacho Molina, de la empresa Nuva, destaca la importancia que tiene para el sector Marbella All Stars, como foro en el que denunciar la realidad del sector: «Ojalá que las administraciones hayan tomado buena nota y organicen una gran campaña específica».