El Ayuntamiento de Marbella planea crear un museo subacuático en la costa de San Pedro Alcántara, donde se halla hundido un pecio del siglo XVII o XVIII del que se han realizado estudios para su puesta en valor, que será complementado con el resto de vestigios arqueológicos que se han encontrado en la zona, según afirmó la responsable de Cultura y Enseñanza, Gema Midón.

El proyecto se enmarca dentro del estudio que ha llevado a cabo el Ayuntamiento desde el pasado mes de diciembre, con un coste aproximado de unos 15.000 euros, siendo la primera investigación del lecho del mar que impulsa el Consistorio y una de las pioneras en la provincia, tras diferentes trabajos puntuales realizados en Málaga capital, y que se produce después de que investigadores del Centro de Arqueología Subacuático de Cádiz lo hayan visitado en varias ocasiones para incorporarlo a la base de datos del Patrimonio Histórico de Andalucía.

Midón apuntó que extraer los restos de la embarcación del fondo del mar «es muy complicado», por lo que la intención del Ayuntamiento es crear un museo subacuático junto al resto de vestigios arqueológicos que se han encontrado frente al litoral de San Pedro y que se presentarán públicamente en los próximos días, para lo que está interesándose en iniciativas similares que están en funcionamiento en otras ciudades costeras.

«Igual de importante que nuestro patrimonio histórico en tierra es el que está sumergido en el agua y lo queremos documentar y dar a conocer. Tenemos la suerte de que esa zona, a día de hoy, se mantienen casi intacta», señaló.

«Teníamos conocimiento de que había un pecio en la playa de San Pedro y que estaba sufriendo diferentes expolios. El objetivo era acotarlo para evitar que los expolios se siguieran produciendo», indicó la responsable de Cultura en relación a este yacimiento marino, cuya investigación frente al litoral de San Pedro tendrá continuidad con el estudio de las profundidades del mar en el resto de la costa del municipio y que se desarrollará en tres o cuatro fases.

La intención del Ayuntamiento es ejecutar una fase por año, por lo que la segunda comenzará en los próximos meses, tras la aprobación de los presupuestos municipales de 2017, y culminar el proyecto en 2019 o 2020.

«En muchas zonas de Europa es común el turismo de submarinismo que busca la riqueza patrimonial y no sólo la flora y fauna», según resaltó la responsable marbellí de Cultura, quien destacó su interés por contactar con los alcaldes de los municipios del litoral de la provincia para «animarles a que recuperen los vestigios arqueológicos de sus respectivas franjas costeras y promocionarlos conjuntamente».

El pecio, catalogado como Bien de Interés Cultural (BIC) por parte de la Junta de Andalucía, se encuentra sumergido a 200 metros de la orilla del mar y a unos cuatro o siete metros de profundidad, y aunque su estado de conservación es bueno, requiere de la vigilancia tanto del Ayuntamiento de Marbella como de la Junta para evitar más daños, según explicó hace unos meses la arqueóloga del Centro de Arqueología Subacuático de Cádiz, dependiente del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, Milagros Alzaga.

La experta indicó que el navío, del que se tuvo conocimiento en 1997, posiblemente naufragó en 1705, y no fue hasta el año 2010 cuando se localizó el yacimiento, a través de un particular.

Respecto a las características de la embarcación, esta experta señaló que están visibles «unos 60 metros de eslora de largo y unos 10 o 12 metros de manga». Asimismo, se ven «los restos de las cuadernas del navío, el costillaje, en parte del forro interno una serie de ruedas que pueden ser de cureña y un forro externo del navío al que le acompaña un forro de sacrificio y restos de cañones», de los que están visibles dos, dijo.

Además, se ha hallado en el pecio algún resto cerámico de plato o botija, alguna bala de cañón,botones, elementos de plomo, algunos clavos o hebillas, entre otros materiales.