­Manuel Fernández Valdivia acaba de presentar su dimisión como presidente de la Asociación Pro-Independencia de San Pedro Alcántara (ISP), después de cerca de una década de trabajo al frente de dicho colectivo y otras dos décadas más de experiencia como integrante del mismo. A sus 45 años de edad y como responsable de un espacio de coworking mediante el que también se dedica a gestionar la presencia de las empresas en internet, en esta entrevista no oculta su malestar por el rumbo político que han tomado los dirigentes de OSP. Denuncia que esta formación se creó como un «clon de ISP» sin tener la segregación como objetivo: «Sólo buscaban poder, ocupar los cargos que han logrado».

¿Le molesta que se confunda en España el segregacionismo de los municipios con el de las comunidades autónomas?

No me gusta que se confundan los problemas de los pueblos. A diferencia de Cataluña o el País Vasco, nuestra realidad tiene un fundamento administrativo y figura en la legislación. Conocemos casos como el de Punta Umbría, que además han tenido camino de ida y vuelta. Fue independiente, luego perteneció a otro municipio y luego volvió a segregarse. Tampoco es una cuestión de identidad, puesto que yo mismo soy marbellero. Hay gente que no comprende realmente cuál es la base de lo que reivindicamos.

Quiere decir que debemos estudiar mejor nuestra historia.

Las segregaciones siempre han estado presentes en la historia legal de España. Ocurría hasta en las antiguas leyes de colonización, al comienzo del siglo XIX. El primer independentista de San Pedro fue el Marqués del Duero, que en 1860 ya decidió traer aquí un cuartel de la Guardia Civil, una iglesia, el edificio que estaba llamado a ser nuevo ayuntamiento, un colegio e incluso un hospital.

¿Qué realidad vive ahora este movimiento independentista?

Pues estamos ante una Tenencia de Alcaldía de San Pedro que jurídicamente no existe. Y es rotundamente falso lo que ha anunciado hace unos días el teniente de alcalde y líder de OSP, Rafael Piña, de que en 2018 San Pedro va a tener un presupuesto propio. La legislación lo impide. Ni siquiera la figura de una ELA tiene un presupuesto. Con esa figura sólo se puede decidir en sanciones administrativas, como multas de tráfico, ocupación de vía pública y poco más. Pero el peor problema es que ni con inversiones aprobadas en el presupuesto del anterior gobierno tripartito, OSP consiguió impulsar algunas de las iniciativas que tenía para la localidad.

¿Se refiere a una falta de capacidad por parte de quienes ahora han propiciado la moción de censura junto al PP?

Sólo están ahí por los sillones y los cargos de confianza. Tenemos el ejemplo opuesto en Torre del Mar, donde ha habido un cambio brutal en estos dos años. Cuando se han anunciado temporales, por ejemplo, hemos visto al teniente de alcalde torreño con un chubasquero, la tarde antes, trabajando con un montón de palas. Se dedicó a retirar la arena que había depositado Costas y luego, después del azote del mar, la repuso. Supongo en primero lugar que el diálogo allí es fluido con el alcalde, se trata de que haya una comunicación que aquí no existe, pero también hay una capacidad de trabajo y sacrificio, que aquí no se ve. Esto es como un reino de taifas.

Sin embargo, Rafael Piña remarca que ahora la Tenencia de Alcaldía «ha asumido la competencia directa de casi la totalidad de las áreas municipales».

Están jugando con los ciudadanos. Se creen que tenemos alzheimer avanzado. En febrero de 2016 ya decían lo mismo, hablaban de responsabilidades plenas en limpieza. OSP se ha unido al Partido Popular en esta merienda de negros, incrementando las diferencias entre Marbella y San Pedro. Si las mismas fue posible recortarlas con el tripartito, pero por lo bajo, ahora los populares, con su espectacular campaña de comunicación, las vuelven a ampliar.

¿Considera entonces que OSP ha faltado a sus principios?

Realmente nunca han tenido en sus estatutos, a diferencia de ISP, que San Pedro Alcántara tenga un ayuntamiento. Pero estos señores pueden vender hasta su abuela, al objeto de mantener sus sillones. Al menos ahora en Marbella se ven una serie de planes de choque, al contrario que aquí en nuestro pueblo, donde ni siquiera pueden protestar en este momento porque se ha suscrito un pacto de no injerencia absoluta con la alcaldesa.

¿Cuál es la solución y que futuro le espera a su localidad?

Por ahora se va a analizar desde el seno de ISP si volvemos a presentarnos a las próximas elecciones. Porque nuestro fin nunca fue el poder. Pero lo que está claro es que aquí tenemos diez kilómetros de por medio y la única solución de San Pedro Alcántara es tener un ayuntamiento propio. Esto no es Los Boliches, que está perfectamente unido a Fuengirola. Aquí hay concejales y muchos vecinos de Marbella que no conocen ni las calles de nuestro pueblo. Lo que se pretende es acercar la administración al vecino, como pide Europa.