La Policía Nacional ha detenido en Marbella (Málaga) a un hombre de 28 años y nacionalidad rumana por presuntos delitos contra el patrimonio, ya que se le atribuyen hasta el momento ocho supuestos ilícitos cometidos en la localidad malagueña; concretamente, siete hurtos al descuido, mediante la 'técnica del folio', y un robo con violencia e intimidación mediante sumisión química.

La detención, fruto del dispositivo conjunto contra los hurtos llevado a cabo junto con la Policía Local de Marbella, se produjo el pasado día 29 de noviembre, cuando los agentes sorprendieron a este hombre en el momento en que se disponía a hurtar a una mujer en su lugar de trabajo, según informa la Policía Nacional en una nota en la que precisa que se da la circunstancia de que la víctima ya había sufrido días antes y por el mismo autor otro hurto.

La investigación que ha permitido el esclarecimiento de estos ocho presuntos ilícitos parte de la denuncia interpuesta a finales de julio por la dependienta de un comercio de la localidad que manifestaba haber sido víctima de un hurto.

La denunciante declaraba que se encontraba en su puesto de trabajo cuando, sobre las 20,00 horas, un desconocido entró en la tienda. El hombre le enseñó unos papeles que llevaba en los que decía buscar trabajo. Tras abandonar el lugar, la víctima, que no recordaba más de los hechos, echó en falta su móvil e inmediatamente comenzó a sentirse mal, motivo por el que necesitó asistencia médica.

Se estableció entonces un dispositivo conjunto que ha finalizado con la detención del presunto autor cuando se disponía a sustraer el móvil a la víctima. El investigado actuaba normalmente en comercios atendidos por mujeres, donde elegía a sus víctimas, a las que presuntamente sustraía teléfonos o carteras que dejaban -aunque fuera momentáneamente- encima del mostrador.

La modalidad utilizada por el investigado es la denominada "hurto folio", según la cual, una vez elegido el comercio entre aquellos en los que haya mujeres al frente, el delincuente accede al negocio que utiliza como argucia el tener alguna discapacidad -normalmente simula ser sordomudo- y, con la ayuda de un cartel en el que pide trabajo o algún tipo de ayuda económica, distrae a la víctima -anulando su campo de visión- con el único objetivo de sustraerle el móvil u otros objetos de valor que tenga a la vista en el mostrador, según detalla la Policía Nacional.