La unidad de limpieza de carteles ilegales de la Delegación de Vía Pública ha adquirido una máquina de agua a presión. Se trata de una hidrolimpiadora cuyo coste es de 2.700 euros que emplea un equipo de tres operarios para retirar de forma rápida y limpia aquella cartelería colocada en escaparates y paredes que contraviene la normativa. Por su parte, la Delegación de Limpieza ha iniciado una campaña para eliminar la suciedad que se incrusta en los poros de los pavimentos.